La sombra del FMI
La misión del Fondo Monetario Internacional que debe estudiar si se desbloquea o no un tramo de 100.000 millones de pesetas de un crédito a largo plazo de 1,5 billones inició ayer sus trabajos en Moscú y se convirtió, inevitablemente, en el punto de referencia del programa de estabilización esbozado por Kiriyenko.Éste no debe convencer tan sólo al Parlamento, sino también al FMI, que no suelta un dólar sin tener antes las máximas garantías de que se van a cumplir sus condiciones.
El primer ministro insistió ayer en que el plan es el único posible, y que no está hecho a la medida del Fondo, sino de las necesidades de Rusia. También expresó su confianza en que la citada inyección financiera tenga por fin vía libre esta misma semana.
Más difícil será, sin embargo, que llegue el crédito de estabilización de entre 1,5 y 2,25 billones de pesetas que, según Anatoli Chubáis, representante de Yeltsin ante los organismos financieros internacionales, necesitan las arcas estatales para defender el rublo de los ataques de los especuladores.
Ayer, Chubáis aseguró que esta parte de la negociación con el FMI puede durar uno o dos meses. En su opinión, el acuerdo es posible, aunque no fácil, ya que hay discrepancias en puntos esenciales, como la pretensión del FMI de romper los gigantescos monopolios eléctrico y gasístico.
El vicedirector ejecutivo del Fondo, Stanley Fischer, incluso ha mostrado sus dudas de que el organismo conceda un crédito que, según los analistas, es lo único que puede devolver la confianza a la Bolsa, mantener los tipos de interés en niveles razonables y evitar la devaluación del rublo.
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