Holanda da una lección de fútbol
Los de Hiddink lograron ante Corea la mayor goleada del Mundial
No va en broma. Holanda ratificó ayer en Marsella que es una seria candidata para llegar muy lejos en este Mundial. Con un juego espectácular, ofensivo y lleno de fantasía, la selección naranja dio un festival de juego ante Corea. Una lección de fútbol. La mayor goleada del Mundial. Guus Hiddink, el seleccionador, puede estar orgulloso del trabajo hecho. Holanda metió cinco goles, pero pudo lograr diez. No tuvo la menor dificultad para vengarse de su sequía ante Bélgica. Dirigidos por un magistral Bergkamp, destinado aunque se resista a ser el líder del grupo, Holanda encabeza ya su grupo y tiene un pie en octavos. Su animosa hinchada empieza a rememorar la historia. Dos veces subcampeona de mundo, Holanda quiere recuperar su gloria 20 años después. Corea, en cambio, no pudo cambiar el curso de su destino: está ya fuera del Mundial.Holanda se plantó ante el correoso equipo de Cha Bum sin prisa alguna. Confía ciegamente en su fútbol y sabía que el gol no tardaría en llegar. El equipo había mantenido ese discurso en la víspera del partido. Tanta es su seguridad, tanto es su aplomo, que los holandeses habían repetido hasta la saciedad que el empate a cero ante Bélgica era sólo un espejismo. Por lo visto ayer, el mensaje no sonó a hueco. Nadie, además, perdió los nervios por la ausencia de Kluivert que a partir de ayer cumplía dos partidos de sanción. No importó. Hiddink apostó por la baza de Bergkmap, reservado en el debut para que no tuviera la más mínima posibilidad de recaer de la lesión que sufrió en abril. No se equivocó. Flanqueado por Overmans y Cocu y con la ayuda de Ronald de Boer, el delantero del Arsenal dio una lección. Tras ganar el doblete en Inglaterra, sabe que éste es su año y su Mundial. Tiene pánico a los aviones y no estará dentro de cuatro años precisamente ni en Japón ni en Corea. Pero ayer, Bergkamp se rifó cuando y como quiso a la muralla de Corea, hizo paredes, túneles, chutó y no cesó de llevar peligro al área de Kim.
Justo cuando se acercaba el descanso, Holanda estalló. Bergkamp dio un pase y Cocu, el nuevo fichaje del Barça, se revolvió en el frontal del área y batió a Kim de un disparo raso. Y tres minutos después, acabó por sentenciar el encuentro. De Boer hizo una falta peligrosa al borde del área, Jonk recogió un rechace y dirigió un contraataque perfecto. Dio un pase en diagonal a Overmans que, superando a dos defensas, marcó el segundo de otro chut raso.
La segunda mitad no varió el decorado. Ante la inanición de la delantera asiática -Choi falló otra vez solo incomprensiblemente ante Van der Sar- sólo faltaba esperar cuántos goles más caerían del lado naranja. Holanda acabó por triturar a Corea.
Bergkamp, Davids y Cocu desperdiciaron ocasiones, pero pronto hicieron gala de su instinto asesino. Metió metió tres goles más en 10 minutos: Bergkamp primero, Van Hooijdonk logró el cuarto de la noche cuando llevaba apenas un minuto en el campo y Ronald de Boer logró el quinto. Todo un síntoma: cinco goles logrados por cinco futbolistas distintos. La naranja mecánica está en Francia.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.