Los nacionalistas vascos e IU vuelven a sumar sus votos a HB para sacar adelante un acuerdo sobre Treviño

Un debate en el Parlamento vasco sobre el condado de Treviño, enclave burgalés en la provincia de Álava, sirvió ayer para escenificar lo que Herri Batasuna (HB) ya define como la "nueva mayoría" en Euskadi. El PNV, Eusko Alkartasuna (EA) y la coalición abertzale sumaron sus votos en la Cámara de Vitoria a una propuesta de Izquierda Unida (IU) para que el Gobierno autónomo inicie los trámites que faciliten finalmente la incorporación de Treviño a Álava.Los tres grupos nacionalistas volvieron a hacer frente común para defender una propuesta simbólica, puesto que el proceso de incorporación del condado al País Vasco no depende sólo del Ejecutivo de Vitoria, sino fundamentalmente de la Junta de Castilla y León y del Consejo de Ministros, que en última instancia debería autorizar el referéndum al respecto.

El portavoz socialista, Fernando Buesa, alertó de los peligros de esa forma de actuación: "Ese frente crea en este caso un nuevo conflicto en vez de caminar por la vía del diálogo".

En su intervención, Buesa criticó directamente al PNV por sus cambios de dirección: "El día 24 de marzo ustedes aprobaron en el Congreso la línea de trabajo institucional que se estaba llevando y hoy rompen ese camino y optan por la confrontación".

Para el portavoz del PNV, Iñaki Gerenabarrena, a partir del pasado 8 de marzo, fecha en que se celebró la consulta popular en Treviño, "todo ha cambiado". La lucha del condado es la de un grupo de alaveses de hecho que quieren serlo de derecho".

Para el diputado de HB Santi Hernando, el problema es sencillo y la respuesta la dejó en el aire: "¿Qué harían ustedes, señores españoles, si el barrio madrileño de Vallecas fuera portugués?" A renglón seguido, criticó a los "señores españoles" por la "inmovilidad" de las leyes. "El marco jurídico político es como la espada Tizona, de El Cid. Y usted, señor Buesa, utiliza muy bien la espada".

Para el portavoz socialista, todo el proceso es "una torpeza que no va a conducir a la solución, sino al conflicto".

El final de legislatura vasca se está prodigando en espacios de encuentro entre las tres formaciones nacionalistas e IU. A la polémica ley del Deporte y la anunciada alianza para impedir que los diputados vascos tengan que jurar la Constitución están sumando fuerzas en foros hasta ahora inéditos, como la Junta de Portavoces, y extraparlamentarios, como la gestación del acuerdo sobre el condado de Treviño. Los socialistas vascos estudiarán el lunes en su Ejecutiva qué medidas tomar para responder a la nueva política de alianzas de sus socios.

Mientras tanto, el Tribunal Constitucional dictó ayer una sentencia que estima parcialmente un recurso de inconstitucionalidad que interpuso en septiembre de 1989 el Gobierno central, entonces socialista, contra el Plan de Carreteras vasco.

En concreto, el alto tribunal estima que la inclusión en la red de carreteras de Euskadi del tramo de la N-I que transcurre por Treviño (la conocida como legua del Rey) es inconstitucional, pues, al ser el condado un enclave burgalés, la competencia es del Estado. La sentencia agrega que la cesión de la gestión de dicho tramo a la Diputación de Álava por razones técnicas y de servicio "no conlleva la pérdida de la titularidad sobre la misma por parte del Estado, que es irrenunciable".

La legua del Rey, por la que circulan más de 30.000 vehículos diarios, es el tramo de la N-I en que más accidentes se producen.