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Dunga y sus gritos

Zagalo legitima las broncas del capitán; Ronaldo las critica

Àngels Piñol

"¿No tienen preguntas más creativas? Brasil acaba de ganar por 3-0". Dunga, de 34 años, el capitán de la canarinha, responde profundamente molesto a las preguntas de los cientos de periodistas que le aguardan a la salida del estadio en Nantes. Los campeones del mundo acababan de disipar sus dudas tras golear a Marruecos. Pero todo el mundo retiene la misma escena: la espectacular bronca que en el minuto 37 Dunga dirigió a Bebeto cuando iban a formar una barrera cerca de su área. Leonardo impidió que llegaran a las manos. Tras el partido, Dunga no se achantó. "Esto es una cosa normal. ¿Es que acaso ustedes no se pelean nunca?".Seguramente, no es algo extraño. El capitán estuvo los últimos cinco minutos del encuentro inaugural ante Escocia gritando a su entrenador. "Lo único que quería es que fuera tan exigente como yo", explicó entonces. Con una selección plagada de divos, Zagalo ha claudicado ante el mariscal: "Dunga puede hacer lo que quiera".

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Dunga mantiene el mismo poder ahora, pese a su exilio en Japón, que cuando actuaba en su país o en el Fiorentina, donde se le apodaba el "enanito gruñón" por su carácter colérico. Sabe mucho de eso Carobbi, un futbolista italiano, compañero suyo en el equipo violeta, a quien Dunga llegó a zarandear por la camiseta. Una historia muy similar a la de Nantes.

Pese a que medio mundo vio la pelea por televisión, Bebeto, muy irritado, prefirió no contestar. Sabe que ante Escocia Dunga sugirió su sustitución y ahora opta por la paz. Especialmente después de que ante Marruecos el capitán le abrazara efusivamente tras marcar el tercer gol. "Me vino bien la bronca para centrarme en el partido", dijo el delantero. "Bebeto se irritó y yo intervine para poner paz", añadió Leonardo.

Otros compañeros, sin embargo, como Ronaldo y Rivaldo, no han dudado en reprochar el gesto de su capitán. Y advierten que no aguantarían una escena similar contra ellos. "No me gusta que me reclamen con gestos que todo el mundo ve en el estadio", afirma Ronaldo, quien disculpa a su compañero sólo porque "quiere el bien de la selección, aunque exagera un poco". Rivaldo incluso pone en duda la ascendencia de Dunga sobre el equipo. "No existe eso de jugador más joven o viejo para imponer su liderazgo". Le justifica, eso sí, porque "los nervios del partido desatan esas groserías".

Pese a los reproches, Dunga, aun aceptando que exageró un poco, no piensa cambiar: "Siempre que necesite despertar al equipo, continuaré gritando".

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