_
_
_
_

Sónar arranca su quinta edición con una mezcla de propuestas minoritarias y comerciales

VIENE DE LA PÁGINA 1 "Nosotros somos grafistas, pero aquí podemos encontrarnos con músicos, editores, escritores y todo tipo de gente", afirma Rubén Manrique, uno de los tres fundadores del colectivo madrileño Ipsum Planet, que participa en la exposición de diseño gráfico que se presenta en Sónar. En su opinión, está claro que la eclosión de la música y el arte electrónico se corresponde con la misma evolución de la sociedad. "El ordenador ya está en las casas y en el trabajo. No es que esté o no de moda, es que es la manera en que hoy funcionan las cosas". Los avances tecnológicos, se quiera o no, han modificado las formas del consumo y la creación cultural. Por ejemplo, este año la feria tecnológica aplicada a la música ha ganado un espacio propio en el recinto de Sónar. Desde primera hora, las casetas de las marcas comerciales recibían un constante flujo de interesados. "La tecnología siempre ha tenido muy buena recepción popular y ahora ha habido una mayor masificación porque los aparatos son más baratos y su utilización no requiere una gran especialización", señala Víctor Nubla, artista, músico y escritor que el pasado año presentó una instalación en el festival. Como ejemplo, grabar en casa un disco compacto costaba hace tres años unas 3.000 pesetas y ahora puede hacerse por unas 200. Y en el caso del sampler -aparato que permite guardar, modificar y programar todo tipo de ritmos y sonidos-, se encuentran equipos domésticos desde unas 20.000 pesetas. "La electrónica es un instrumento como cualquier otro, aunque con unas posibilidades magníficas", añade Nubla. "Lo que pasa es que todo lo que tiene de transparente el uso de la tecnología en el arte popular, lo lo tiene de misterioso y mistificado en el arte culto". En cualquier caso, pese a que gran parte de estos creadores electrónicos reivindican una tradición que se remonta a las primeras vanguardias, pasa por el pop y continúa por los múltiples movimientos underground, la eclosión popular del movimiento en España tiene una vida relativamente corta. "Ahora se dice que se ha pasado de la cultura underground (subterránea) a la cultura overground (superficie)", señala Albert Salmerón. "Es un fenómeno interesante, aunque tiene el peligro de la banalización y posiblemente acabe siendo un ciclo como cualquier otro". "Desde hace tres o cuatro años ha habido un cambio radical", afirma Joan Manuel Jubany, periodista y grafista. "Es cierto que siempre habrá gente que sólo se acercara al Sónar por su parte de fiesta y baile, lo que está muy bien, pero lo estimulante es que si buscas otras cosas también las encuentras". Guillem Castaño, uno de los tres responsables de G3G Records -discográfica y programadores barceloneses que ofrecen desde hace siete años todo tipo de actividades experimentales-, conoce de cerca a muchos de los artistas de Sónar, festival que apoya "al cien por cien". "Lo único que me preocupa es que el apoyo mediático que se hace de este festival vaya en detrimento de otras historias", afirma. "Me encanta la música de baile, pero no hay que olvidar la otra parte más experimental porque es de donde beben todos los demás". El pinchadiscos DJ Professor Angel Dust, mexicano formado en Canadá que reside en Barcelona, asegura que se están creando las condiciones para que surja en la ciudad un "sonido propio". Algo así como "el sonido Barcelona". "El problema es que en España nunca ha habido una subcultura porque las radios o los medios siempre han estado en manos de monopolios", afirma. Él será uno de los protagonistas de esta noche ya que participa junto con otros artistas del sello Cosmos Records en el Sónar Pub de la Mar Bella. La jornada musical incluye hoy las actuaciones de Aux 88 (electrónica); Laurent Garnier (tecno), que actúa en directo; Jay-Jay Johanson (crooner electrónico); Max Brennan (funk); Funk Empire (house), y Depp Dish (house). Se ha suspendido la actuación de Surgeon, que se sustituye hoy por un cambio en el programa de Farmers Manual, que actuará dos horas más tarde. Según la organización, ayer visitaron el Sónar diurno unas 5.000 personas.

Más información
Sónar, amplificador de la cultura electrónica

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_