PUENTE INESPERADO
Los capitanes de los navíos que ayer entraban en el puerto de Rotterdam, se encontraron un nuevo puente que sin lugar a dudas no se esperaban. A 12 metros de sus cabezas colgaba una cuerda de tender ropa con centenares de sujetadores de todas tallas y colores. La iniciativa partió de Jeroen van Inkel, un presentador de programas musicales de radio que quería de esta manera llamar la atención sobre la cantidad de vidas que se cobra el cáncer de pecho. Impresionado por la muerte de Linda McCarthy, la esposa del ex beatle, Van Inkel lanzó un mensaje pidiendo a las oyentes que le enviaran su ropa interior. La instalación, para la que contó con la autorización y ayuda de las autoridades de Rotterdam, hizo necesaria la utilización de un remolcador, grúas, cables de acero y todo tipo de maquinaria. Los sujetadores permanecieron colgados hasta las seis de la tarde, obligando a los barcos de mayor altura a tomar una vía alternativa para entrar en el Rin. Los más pequeños se retrasaron, atónicos, cuando menos media hora en sus maniobras.- ,
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