Borrell reprocha a Almunia que contara sus críticas a los "borrelistos"
El candidato socialista a La Moncloa, José Borrell, precisó ayer a quiénes se refería cuando el día anterior, en una reunión interna, denominó "borrelistos". A Borrell no le gustó nada que Almunia mencionara en público una palabra que él dijo en privado. "No deberíamos recurrir a explicaciones permanentes de lo que se habla en las reuniones internas de forma reservada", aseguró.
Con el temor de haber ofendido a quienes le apoyaron con entusiasmo frente a Joaquín Almunia, Borrell precisó ayer que en estos momentos comprueba lo siguiente: "Aquéllos que no me apoyaron, o muchos de ellos, pretenden ahora aprovechar el llamado efecto Borrell".El líder parlamentario del PSOE clausuró ayer unas jornadas organizadas por su partido sobre el euro que habían sido inauguradas por Almunia. Sin citar nombres, Borrell no ocultó su malestar por el hecho de que hubiera trascendido su intervención del día anterior en la reunión de la Comisión Permanente. Lo cierto es que Almunia no tuvo inconveniente alguno en decir públicamente que su compañero de Ejecutiva había lamentado que algunos de los que ahora se llamaban borrellistas en realidad fueran "borrelistos". Otros asistentes a esa reunión señalan que Borrell hizo ese juego de palabras en el contexto de su negativa a participar en las primarias del partido para las elecciones municipales y autonómicas.
Como cuestión de fondo están las reiteradas negativas de Borrell a aparecer como jefe de un nuevo sector del partido. Este deseo de no dejarse atrapar por un grupo le ha hecho pensar al candidato que muchos de los que le apoyaron pueden sentirse dolidos. "Mi afecto y mi cariño a los que me apoyaron es infinito y nunca lo olvidaré, por tanto, que no piensen que me he desapegado de ellos", dijo.
En la Ejecutiva federal siguen negando que haya surgido en unas semanas un sector borrellista que recorra toda la organización en toda España. Algunos secretarios regionales, sin embargo, reconocen que sí existe el llamado efecto Borrell. La manifestación de tal efecto lo sitúan en que militantes cualificados del PSOE, que hasta ahora no habían tenido protagonismo público, se han animado a dar el paso y calibrar sus posibilidades de llegar a ser un líder local.
Hasta el mediodía de hoy la comisión ejecutiva federal, representada por el secretario de Organización, Ciprià Ciscar, tiene plazo para estudiar las reclamaciones e impugnaciones que han ido llegando de las comisiones de garantías electorales de cada provincia. El problema más frecuente ha sido el de la repetición de firmas, es decir, la rúbrica de un mismo militante para dos candidatos, algo expresamente prohibido por el reglamento de primarias.
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