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Romero dice que el discurso radical es "muy bonito" pero que con él no se puede gobernar

El candidato Joan Romero abrió oficialmente su campaña de primarias el pasado lunes en Sagunto. Primero el puerto, luego el centro urbano. Primero el café, las pastas y los refrescos, luego el mensaje. El candidato, ante un centenar de militantes entre los que estaban los tres aspirantes socialistas a la alcaldía de Sagunto y los alcaldes de la comarca, quiso mostrarse franco con el auditorio y manifestó: "El pueblo quiere propuestas que se puedan cumplir. Por eso os diré siempre lo mismo a vosotros [los militantes] que a los ciudadanos". Y luego recalcó: "Un discurso radical es muy bonito, pero no tiene mayoría y, si no tenemos mayoría, gobiernan los otros".

El aspirante a ocupar el cartel socialista a la presidencia de la Generalitat hizo en su discurso un alegato de sinceridad. Al auditorio le explicó que se presenta a las primarias porque su objetivo es ganar la Generalitat y que su discurso ante la militancia tendrá el mismo contenido que ante el resto de la ciudadanía porque si no el desengaño aparece pronto. Joan Romero defendió su candidatura explicando que había tenido responsabilidades de gestión en la Generalitat y que está capacitado para hacerse cargo de la gestión de la Administración valenciana. "Pero sobre todo", prosiguió Romero, "tengo un proyecto de consenso civil en la Comunidad Valenciana". Solucionar el conflicto lingüístico, defender los objetivos de la Comunidad Valenciana ante Madrid y Bruselas y valencianizar la política ("Defendiendo lo nuestro sin ofender a nadie") son pilares del programa de Romero, que no se dejó en el tintero el problema del desempleo. "Es urgente poner en marcha políticas de empleo, diciendo la verdad, sin engañar a la gente", afirmó el candidato, que añadió: "Apoyar a las empresas es muy socialista porque dan trabajo, también lo es fomentar las políticas de formación y garantizar que el Estado sea mejor y no menor porque en todos los países europeos se destina más dinero a la educación, a la sanidad, a las infraestructuras". Para el candidato, la gestión del Partido Popular ha servido para que Zaplana parezca el representante de Julio Iglesias y que se conozca la Comunidad por los escándalos de Orihuela, Dolores, Cotino, Carrascosa, etc. A los asistentes, entre los que había militantes de diferente sexo y edad, les habló también del partido socialista y de él mismo. Se presentó como un catedrático de universidad tras el que se esconde un hijo de agricultores comprometido con la igualdad de oportunidades y los colectivos desfavorecidos, que milita en un partido centenario en el que hay que revisar qué es necesario mantener y qué es necesario cambiar. Luego, les pidió su apoyo para culminar el trabajo que empezaron los socialistas hace 20 años con la modernización de la sociedad, la economía, la agricultura y las libertades. Los asistentes aplaudieron de forma serena como correspondiendo al tono del discurso del candidato, distante del vibrar de los mítines y apoyado en las muletas de sus manos y sus gestos. Ayer, Romero realizó una ronda por varias localidades de L"Alacantí, que se saldó con poca asistencia de público, informa J. J. M. Galiana. El periplo del candidato se inició en la oficina parlamentaria del PSPV en Alicante, donde Romero señaló que el proceso de primarias "ha cambiado al PSOE de arriba a abajo y ha recuperado la ilusión de muchos ciudadanos que nos dieron la espalda en las últimas elecciones". La maratoniana gira por Alicante y sus alrededores le llevó también a las agrupaciones locales de El Campello, Xixona y San Juan. El candidato comió en el restaurante de las piscinas municipales de Sant Vicent del Raspeig y cenó en Mutxamel. "El día 27 debéis elegir al que consideréis que puede ser un mejor candidato a la presidencia de la Generalitat", aleccionó Romero a los pocos militantes que acudieron a recibirle en cada localidad, y explicó su teoría sobre el proceso: "Los tres candidatos somos como tres hermanos. Cada uno es diferente del otro, pero todos formamos parte de una misma familia: la socialista". En El Campello, asistieron al acto Juan Armengol y Alejandrina Marco, veteranos militantes del PSPV y fundadores de la agrupación socialista local en los tiempos de la clandestinidad. En Xixona, el alcalde, Lluís Garrigós, se escudó en el secreto del voto para evitar pronunciarse sobre Romero. Una militante, María Teresa Carbonell, desvelaba el enigma tras el aperitivo: "En Xixona somos renovadores desde el último congreso".

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