Los tres candidatos reducen las diferencias de sus opciones a cuestiones de talante y acento
Los tres candidatos que compiten en las elecciones primarias del PSPV se sometieron ayer a un debate a tres bandas convocado por la cadena SER. Durante una corta hora de intercambio, los tres redujeron a cuestiones de acento o talante las diferencias esenciales entre sus opciones y señalaron a la derecha como auténtico rival. El vertiginoso ritmo del directo evitó honduras en la discusión, pero Joan Romero acudió al programa con la lección mejor preparada y evitó la dispersión en su discurso, un problema que empañó las intervenciones de Antonio Asunción y Clementina Ródenas.
Los tres candidatos para encabezar la lista a la Generalitat en las próximas elecciones fueron invitados a intervenir por riguroso orden alfabético. La primera pregunta fue directa: ¿Por qué se considera usted mejor candidato que sus rivales? Asunción, muy ilusionado por las primarias, aseguró que los socialistas demuestran que han llegado a la mayoría de edad y afirmó: "Nos unen más cosas que las que nos separan". Atribuyó a la militancia la decisión sobre quién es el mejor candidato, aseguró que su intención es "sumar esfuerzos" para derribar a Eduardo Zaplana y subrayó: "El 28 seremos todos uno". Ródenas redujo a cuestiones de "acento" las diferencias entre los tres candidatos y reclamó "un partido fuerte que plantee un discurso fuerte" para acabar con "la historia negra" que representa Eduardo Zaplana. Advirtió que nunca ha estado vinculada a ningún aparato y se declaró "de izquierdas sin arcos confusos". Romero, también "ilusionado", recordó que desde hace año y medio ha trabajado por instituir las primarias en el seno del socialismo: "Hemos cambiado el partido de abajo a arriba", dijo. Redujo las diferencias a cuestiones "de talante" y recordó que más que un candidato los militantes deben elegir al futuro presidente de la Generalitat. Romero avaló su opción con 25 años de compromiso y diversos cargos, y ofreció "un programa prudente y equilibrado" capaz de convencer "desde el centro progresista hasta la izquierda democrática". Sobre posibles pactos electorales con otras formaciones de izquierda ningún aspirante fue muy preciso. Asunción sugirió "hablar y sentarse" con Nova Esquerra, y comentó que preferiría una relación más fluida que la actual con Esquerra Unida, pero trasladó posibles acuerdos al día después de las elecciones. Ródenas destacó la importancia de la "causa común" que reivindica Joaquín Almunia frente a la prepotencia que entrañaba la "casa común". Y apostó por fomentar la confianza entre partidos de izquierda para posibilitar acuerdos postelectorales. Romero señaló que el diálogo está abierto a todos y dijo estar de acuerdo con Julio Anguita cuando remite cualquier pacto hasta después de las elecciones. Pero recordó que la estructura federal del partido es la competente para establecer coaliciones. Asunción y Ródenas intercalaron ideas sobre la importancia de la industria verde o el fomento de la exportación agrícola, el primero, y la importancia de las corporaciones municipales en la gestión de servicios, la segunda. Luego se enzarzaron en una discusión sobre la adaptación de la ley electoral a la estructura comarcal, que Romero eludió recordando que la comarcalización es un mandato estatutario. La posible cooperación entre los tres candidatos en el futuro cerró el debate. Asunción apostó por profundizar en la democracia interna para elaborar las listas y afirmó que apoyó a Romero en su carrera hacia la secretaría general para abrir el partido. Ródenas comentó que la actual situación del partido "no es buena" y reiteró sus llamadas a la unidad de acción. Romero emplazó a sus rivales a no retirarse a un segundo plano si no logran la confianza de la militancia. "No me gustaría que volvieran a sus casas si no ganan porque perderíamos dos activos importantísimos", concluyó.
