El fiscal pide dos años de cárcel para un sargento por las graves lesiones de un soldado en una marcha

El fiscal militar solicitó ayer dos años de prisión para el sargento del Ejército José Luis Díez Gómez, al que acusa de negligencia profesional cometida contra el soldado de Barcelona Sergio Alonso López, quien en 1993 sufrió un golpe de calor y estuvo en coma 45 días al ser obligado a realizar una marcha militar. El fiscal reclama 20 millones de pesetas de indemnización por las graves lesiones cerebrales del soldado, que quedó incapacitado de por vida y cobra una pensión de 284.960 pesetas. Su coeficiente intelectual quedó muy afectado y necesita bastón para caminar.

Los hechos ocurrieron el 28 de julio de 1993, durante la marcha de 13,5 kilómetros que realizaron un grupo de soldados del cuartel Alfonso I de Huesca, en a la que fue obligado a participar Alonso, que había estado los días anteriores rebajado de botas, gimnasia e instrucción. A la hora y media de marcha, Alonso se notó muy cansado y el sargento le vació la cantimplora para que no bebiera. En el tramo final, con la subida de 414 escalones, el soldado sufrió calambres, mareos y vómitos, pero el sargento, según el fiscal, con frases amenazadoras le impidió pararse y que sus compañeros le ayudasen, hasta que Alonso cayó extenuado. Al iniciarse ayer el juicio en Barcelona, el sargento reconoció: "En vista de lo que pasó, quizás no actué correctamente". El caso se había archivado en tres ocasiones, pero los recursos de la familia, que solicita ocho años de cárcel y 70 millones de pesetas, han conseguido que llegue finalmente a juicio.