La Iglesia cubana anuncia en Roma que luchará por la educación y la prensa

Los obispos cubanos dijeron ayer, tras su encuentro con el Papa en Roma y a los cuatro meses de la visita de Juan Pablo II a Cuba, que una de la principal reclamación de la Iglesia cubana para el futuro imediato es el de un mayor acceso a los medios de comunicación. La Iglesia anunció también una «lucha irrenunciable» para que en la isla exista una educación católica.

El encuentro, «de mucha importancia con el Santo Padre», según se lee en el comunicado resumen de la visita, incluyó no sólo el análisis de lo ocurrido en la isla tras el paso en enero de Juan Pablo II, sino el del futuro inmediato de la Iglesia en Cuba.Fue el cardenal de La Habana, Jaime Ortega, quien estableció las prioridades. Lograr un mayor acceso a los medios de comunicación de masas para poder difundir su mensaje y la educación. Pese hacer una defensa de estos objetivos, Ortega reconoció las dificultades: "sabemos que no será fácil conseguirlo".

El cardenal de La Habana, que encabezaba la delegación de obispos de la isla que ha permanecido una semana en la Santa Sede, fue ayer contundente al señalar que el paso de Karol Wojtyla por Cuba -y, en concreto, la influencia de sus discursos reiterando la profunda raíz católica de la cultura cubana- ha provocado un movimiento de «vuelta a las raíces» en la isla. Lo que «va a hacer cada vez más importante la participación de la Iglesia» en la vida nacional.

Ortega compareció ayer ante los periodistas flanqueado por el vicepresidente y el secretario de la Conferencia Episcopal cubana, los obispos de Santiago de Cuba, Pedro Meurice, y de Cienfuegos, Emilio Aranguren, respectivamente.

En todo momento, el cardenal de La Habana se negó a hacer proyecciones sobre el futuro político de la isla. «Nuestra visita y el comunicado que hemos redactado al final es estrictamente eclesiástico. No podemos hacer proyecciones políticas», respondió a un periodista que le interrogaba sobre las perspectivas de un salto democrático en Cuba. «Este tipo de proyecciones son difíciles hasta para los expertos», añadió Ortega, «y nosotros no somos analistas políticos, no entramos en el tema de las elecciones o de las libertades públicas. No tenemos una idea de cuándo, cómo y cuál pueda ser el desarrollo de Cuba».

El arzobispo Meurice, el que pronunciara la homilía más dura contra el regimen cubano durante la visita de Juan Pablo II, reconoció que la Iglesia «está viviendo un clima distinto» desde el viaje del Pontífice. «No se puede hablar de gestos concretos, porque la vida de la Iglesia es mucho más amplia que eso. Pero por primera vez, la Semana Santa ha sido distinta, con celebraciones abiertas fuera de los templos».