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La crisis asiática provoca de nuevo el tambaleo de los mercados occidentales

La vertiginosa caída del yen sigue arrastrando consigo las bolsas y monedas asiáticas. En la jornada de ayer, el yen llegó a cotizarse a 143,81 por dólar. Con la divisa japonesa, la rupia indonesia y el dólar taiwanés cayeron estrepitosamente. Los mercados bursátiles no fueron ajenos al efecto dominó. La mayoría de las bolsas asiáticas cerraron a la baja, y lo mismo las bolsas europeas. La de Madrid cayó un 1,45%, y Wall Street perdíó el 1,78%al final. La gravedad de la situación hace temer que China pueda devaluar su moneda, lo que ahondaría la crisis.

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Allan Greenspan, presidente de la Reserva Federal , no consiguió despejar las incógnitas que tienen planteados los mercados financieros por una razón muy simple. Centró su discurso en la situación estadounidense, cuando es Japón la clave del problema. La virtuosidad del círculo económico estadounidense a que aludió Greenspan sólo es tal si el resto funciona, y en estos momentos, Oriente y Occidente se encuentran en plena fricción al chocar dos sistemas económicos complementarios, pero con ciclos radicalmente diferentes.La Bolsa de Tokio cerró en 15.014 yenes, con un retroceso del 2,21%, a punto de romper el soporte del 15.000, en el que todos los analistas tienen centrada su atención desde hace un par de meses, mientras que el yen caía hasta 143,81 frente al dólar. Para los operadores del mercado de divisas, "no interesa que el yen pase de 145". Ni siquiera quieren oír hablar de una estimación generalmente aceptada desde hace tiempo que sitúa el yen en 150 por dólar, un nivel que podría animar a China a devaluar el yuan para mantener la competitividad, a pesar de sus compromisos para no hacerlo. Los operadores del mercado indican que esa situación llevaría a una espiral de devaluaciones en toda Asia, con consecuencias totalmente imprevisibles, por lo que la descartan radicalmente.

Dentro de la dinámica de la sesión de ayer, estos operadores señalaban posibles intervenciones de los bancos centrales, Reserva Federal y Banco de Japón, para poner orden en los mercados, al tiempo que señalaban que la propia dinámica de la inversión puede proceder a la retirada de beneficios en posiciones cortas, lo cual frenaría la caída del yen en estos niveles.

Arrastrada por la caída del yen, la moneda asiática que más sufrió fue la rupia indonesia, que cerró a 13.750 por dólar, frente a 13.200 el martes pasado. El dólar taiwanés, a su vez, se depreció ayer a su nivel más bajo en 11 años, al llegar a cotizarse a 34,89 unidades por dólar.

Entre las bolsas asiáticas, la más perjudicada fue la de Manila (Filipinas), que cayó un 4,64%. La Bolsa de Hong Kong bajó un 1,17%; la de Taipei (Taiwan), un 0,17%; la de Kua-la Lumpur (Malaisia) y la de Sydney (Australia) cayeron un 1,32%. Sólo dos mercados bursátiles cerraron con alzas. El de Singapur, con un 1,78%, y, paradójicamente, el más inestable, la Bolsa de Yakarta (Indonesia), subió un 0,85%.

Caída de Wall Street

La reacción de las bolsas occidentales fue negativa sin excepciones, por el efecto de contagio. Tokio se ha acercado demasiado al soporte del 15.000. Wall Street reaccionó con una caída de 159,93 puntos al final , el 1,78 %, y quedó en 8.811,77 puntos.La Bolsa de Madrid perdió un 1,45%, 12,78 puntos, en un ambiente confuso en el que el dinero buscaba refugio en la renta fija. Esta presencia de dinero en el mercado de bonos causó una subida de los precios que hizo caer la rentabilidad de la emisión a 10 años hasta el 4,97%, nuevo mínimo histórico que muestra un divorcio total entre la orientación de la renta fija y la variable, pero que indica que el dinero espera un acercamiento entre la deuda española y la alemana en rentabilidad. A falta de seis meses para la igualdad oficial, el diferencial de la deuda a 10 años se mantiene en 0,21 puntos.

Entre las bolsas europeas destacaba la caída de Londres, con el 2,25%, mientras que París bajó el 1,59%. La Bolsa de Milán cayó un 2,26%, y la de Zurich, un 2,02%. Francfort permanecía cerrada, al celebrarse la festividad del Corpus en Alemania. Dicha celebración se extendió a los mercados de Austria, Bélgica y Portugal. La falta de actividad en estas bolsas amortiguó el impacto de la sacudida financiera de ayer.

El ministro francés de Economía, Dominique Strauss-Khan, señaló que "la situación japonesa continúa siendo preocupante", al comentar la fuerte depreciación del yen. Al mismo tiempo, el ministro reconoció que por el momento no hay ninguna acción internacional concertada para detener la caída de la moneda japonesa.

La única respuesta internacional para paliar la crisis asiática conocida ayer fue que el Fondo Monetario Internacional desbloqueó un nuevo crédito de 133 millones de dólares (unos 20.000 millones de pesetas) para Tailandia. Este nuevo crédito eleva a 2.790 millones de dólares (424.550 millones de pesetas) el total de créditos concedidos por el FMI al Gobierno tailandés.

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