París festeja el fútbol
La capital francesa abre los fastos a 24 horas del pitido inicial
Sólo faltan 24 horas, un fugaz día, para que el engranaje futbolístico más complejo del año comience a rodar desde Francia para el mundo. Después de meses y meses de comentarios, el Mundial de Fútbol 1998 presentará mañana, al fin, su cara a millones de espectadores de todo el planeta.Antes, sin embargo, esta misma tarde-noche, intentará conquistar un terreno que aún se le resiste: el interés y la participación de los parisinos. Los habitantes de la capital han permanecido durante todo este tiempo prácticamente indiferentes al evento deportivo. Notaban paulatinamente la proximidad -es imposible permanecer totalmente ajeno cuando cada producto que compras lleva el logotipo del Mundial o cada vez que enciendes la tele o la radio oyes hablar del inminente campeonato-, pero de manera bastante generalizada sólo veían los aspectos negativos del mismo. Comentarios como "la ciudad estará invadida por millones de locos del fútbol", "se acabó la tele, durante un mes sólo habrá fútbol"o "los transportes públicos serán un caos, habrá demasiada gente" son aún hoy los primeros en salir de la boca de los parisinos.
Precisamente para evitar que se prolonguen, el Comité Organizador de Francia 98 (CFO) y el Ayuntamiento de París han organizado la fiesta del fútbol. Un espectáculo con componentes teatrales, musicales y luminotécnicas que tomará esta tarde cuatro de los puntos estratégicos de la ciudad: la plaza Charles De Gaulle, la Opera Garnier, el Pont Neuf y el Champs de Mars. A partir de aquí, cuatro gigantes de 20 metros de altura representando a las cuatro grandes razas del planeta emprenderán un recorrido que los conducirá a la plaza de la Concorde.
Con el obelisco como símbolo, la fiesta girará en torno al deporte, sus valores universales y la cultura. Allí, y tras un recorrido que salpicará las calles parisinas de luz, música y color, los cuatro gigantes, convertidos ya en futbolistas, acometerán durante una hora la traca final.
Con este guiño -así como con las numerosas actividades culturales y musicales previstas durante el Mundial-, el CFO y el Ayuntamiento de París esperan atraerse la atención y el concurso de los capitalinos que, en el mejor de los casos, sólo han valorado hasta el momento el aspecto económico y publicitario del Mundial.
El espectáculo ha sido concebido por Jean Pascal-Trumet y cuesta con un presupuesto de 1.250 millones de pesetas. Algunos de los ensayos de la fiesta de esta tarde, víspera del partido inaugural entre Brasil y Escocia, han constituido los primeros signos tangibles de la inminencia de la celebración de la Copa del Mundo en la capital francesa, en la que la atención del mundo del deporte se ha centrado durante las dos últimas semanas en la celebración del torneo de tenis Roland Garros que acabó con la doble victoria española de Carles Moyà y Arantxa Sánchez Vicario.
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