El PP niega que trate de resucitar los fastos del Corpus malagueño
El concejal de Cultura del Ayuntamiento de Málaga, Antonio Garrido, aseguró ayer que al equipo de gobierno del PP no se le ha pasado por la cabeza resucitar "los fastos pasados" de la procesión del Corpus de Málaga. El edil afirma que los cambios en el desfile son competencia del obispo, "del de ahora o del de antes", y que el Consistorio se ha limitado a recibir la petición de colaboración de varias entidades, aunque aquél, hasta ahora, se ha limitado a la cesión de la banda municipal de música. "Puestos a recuperar esplendores, yo no recuperaría los de los años cuarenta, sino los del siglo XVII, cuando en la calle Génova de Málaga, hoy plaza de la Constitución, se ponía una fuente con unos chorros de los que manaban vino y no agua. El Corpus del 46, como todo lo del nacionalcatolicismo, era bastante casposo", argumenta Garrido. El edil considera que la oposición vive presa de sus propios fantasmas. Los grupos de IU, PSOE y Mixto consideran que el Ayuntamiento se ha implicado en el proyecto del Corpus, lo que interpretan como un intento de aplicar un modelo cultural rancio. Garrido defendió su gestión de los últimos tres años, "que para nada puede considerarse regresiva, desde la programación del Teatro Cervantes al primer festival de cine español". El edil justificó por motivos de posible difusión "turística" la presencia de un representante de la empresa municipal ProMálaga en la reunión celebrada a finales del pasado mes de mayo en la catedral y en la que el deán propuso a los asistentes la búsqueda de fórmulas para que el Corpus de Málaga recuperase el fulgor perdido con la llegada de la democracia y que, por el momento, se plasmaría en la construcción de cinco nuevos altares para dar mayor relieve al desfile.
