Las dos propuestas
"El programa de Joseph Blatter es una mala copia del mio". Lennart Johansson resumió ayer en una frase el debate que se plantea en la elección del presidente de la FIFA. Johansson aspira a implantar en el máximo organismo mundial el modelo de gestión europeo, y Blatter pretende que la FIFA se adapte al nuevo marco pintado por el viejo continente, en un intento desesperado de recuperar el terreno cedido por Joao Havelange, y mantener la independencia respecto a la UEFA.
La competitividad y profesionalización del juego exige respuestas rápidas a asuntos tan delicados como los calendarios, la relación clubes-federaciones o la participación en el torneo olímpico que la FIFA no ha sabido dar en los últimos tiempos.
El máximo organismo mundial se siente obligado a estudiar nuevas fórmulas para reorganizar sus competiciones: la Copa del Mundo masculina y femenina, el torneo olímpico, la Copa FIFA-Coca Cola para juveniles; el campeonato sub-17, el fútbol sala y la Copa FIFA-Confederación. Johansson ofrece un modelo para gestionar el capital futbolístico y Blatter confía en el carisma de Platini para explotarlo.
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