Crítica socialista al plan de cierre de camas en verano en La Fe

El PSPV denunció esta semana el plan de cierre de camas por vacaciones previsto por el Gobierno Valenciano para el hospital La Fe de Valencia, porque va a suponer cerca de 3.500 ingresos hospitalarios menos durante los tres meses de verano, lo que, a juicio del principal partido de la oposición "repercutirá en las demoras y en el incremento de la lista de espera". Esta situación, "producto del descontrol presupuestario de la Consejería de Sanidad" según el PSPV, provocará un nuevo plan de choque -el envío de pacientes a clínicas privadas- "o la reedición del actual", que todavía sigue vigente. El citado plan prevé el cierre de una media de 328 camas por mes, entre julio y septiembre, lo que equivale al 18% del total de camas instaladas en el hospital de referencia de la Comunidad Valenciana. La secretaría de Salud del Grupo Socialista recuerda que ese volumen de camas en desuso "equivale al cierre por completo de un hospital más grande que el de Xàtiva o el Arnau de Vilanova de Valencia". El cierre de seis camas de Cuidados Intensivos y otras seis de Reanimación supondrá un descenso importante de las intervenciones quirúrgicas programadas "y la remisión de pacientes a centros concertados como la clínica Quirón, la Casa de Salud, el IVO y los centros del grupo NISA para cuidados críticos", añade el Grupo Socialista, que critica especialmente el cierre de las salas quirúrgicas. Financiar a la privada El origen de este elevado número de camas que dejarán de estar en funcionamiento este verano en el hospital La Fe se encuentra en "la insuficiencia presupuestaria", y en "el trato restrictivo hacia la sanidad pública", señalan los socialistas, que acusan al consejero de Sanidad, Joaquín Farnós, de "no tener reparo en mantener y financiar la actividad privada, que beneficia a sus amigos y que no está sometida a ningún control económico y asistencial". Una de sus críticas al respecto es que no se exigen los mismos controles en el plan de choque contra las listas de espera que en los conciertos habituales con el sector privado. En el primer caso, afirman, a menudo son los mismos médicos del sistema público los que realizan las intervenciones quirúrgicas en las clínicas que los contratan, fuera de su horario habitual, mientras que el concierto supone la contratación de determinadas prestaciones sanitarias por escasez de recursos en la red pública, con médicos ajenos al sistema. A juicio del PSPV, a la consejería no le queda apenas presupuesto para cubrir las vacantes con sustituciones y va a optar por el cierre de salas "para producir un ajuste en los gastos de funcionamiento". Su opinión es que el desvío cercano a los 5.000 millones en conciertos con el sector privado ha provocado este "incomprensible" plan de cierre de camas.