España rompe a Rusia

Juan de Dios se la jugó y le salió de cine. Sin Carlos Ortega ni Barrufet, y moviendo mucho el banquillo, España rompió a Rusia -campeona del mundo y de Europa-, terminó invicta y líder del grupo, además de ser la selección más goleadora y menos goleada del Europeo, y se enfrentará mañana en semifinales a Alemania, también invicta.Los rusos no echaban de menos a Kudínov: la artillería de Jódkov, Pogorélov e Igor Lávrov por el centro, la habilidad de Voronin y Filípov en los extremos, y la precisión de Torgovánov en el pivote eran letales. En defensa, la mixta sobre Duishebáiev eclipsaba a la estrella española, y los gigantes de atrás eran un muro. Para colmo, se cumplía el pronóstico de Román: "Si permitimos sus contraataques estamos perdidos"; los tres que lanzaron terminaron en goles. Y España perdía por cuatro en el descanso.

De pronto, como por inspiración divina, los hombres de Román empezaron a bordar un juego excelso. El lateral izquierdo Lozano dejó de extrañar su ubicación en el derecho mientras Olalla disparaba por el otro lado en uno de los mejores partidos de su vida; Duishebáiev se zafó del marcaje a base de genialidad; Urdiales hizo olvidar a Carlos Ortega; y Guijosa era infalible en los penaltis. Al ver que el partido se podía remontar, la defensa española se volvió granítica, con nota sobresaliente para Ugalde en el puesto avanzado y Núñez en la portería.

A falta de cuatro minutos y medio, España ya ganaba por dos goles. Maxímov, el seleccionador ruso, vio cómo sus torpedos se convertían en cohetes de feria y se fue haciendo a la idea de jugar la semifinal contra los suecos, tan veteranos como temibles. Mientras tanto, Román paladeaba un triunfo de indudable mérito con un equipo diezmado.