Azagra dice que las universidades requieren otro plan de inversiones para dar el salto de calidad

El proyecto de ordenación y modernización de los tres campus en la Universidad de Valencia, emprendido en 1994 por el equipo rectoral de Pedro Ruiz, ha cumplido con los objetivos que se fijó. Éste es el balance realizado ayer por el vicerrector de Economía, Joaquín Azagra, antes de dejar su cargo para dar paso al nuevo equipo de Ruiz surgido de las últimas elecciones. Azagra, que presentó la maqueta del edificio pensado por Álvaro Siza para el campus de Tarongers, sostiene que las universidades valencianas requieren otro plan de inversiones para "dar el salto de calidad".

Con la construcción de los tres edificios (uno multiusos, otro destinado a los servicios administrativos y un anfiteatro semicircular cubierto) proyectados por el arquitecto portugués Alvaro Siza; con la culminación, en verano, de un jardín que recupera la ordenación y el espíritu de la huerta valenciana, y con el futuro traslado de la Facultad del Deporte al campus de Tarongers (especializado en Ciencias Sociales), culminará uno de los proyectos más emblemáticos de la modernización de la Universidad, iniciada hace cuatro años. Pero, para ello, para completar el campus de Burjassot (dedicado a pleno rendimiento a las Ciencias Experimentales) y para trasladar el rectorado -hoy, ubicado en oficinas de alquiler fuera de la zona universitaria- al campus de Blasco Ibáñez (centrado en las Ciencias de la Salud y las Humanidades), Joaquín Azagra considera que es imprescindible que la Consejería de Educación dé el visto bueno al segundo plan de inversiones que de forma individualizada ha presentado cada una de las cinco universidades. "La petición de las universidades está más que justificada", sostiene el hombre que estuvo al frente de las negociaciones del primer plan de inversiones. Un acuerdo con la Generalitat que posibilitó la financiación de sus infraestructuras con una emisión de deuda de 75.000 millones. "Hay que recordar", precisó Azagra, "que la Universidad en los últimos cuatro años ha gestionado 16.000 millones de la Generalitat, 3.000 millones de Fondos Feder y 4.000 millones directamente de Educación, lo que significa que se ha construido por valor de 23.000 millones. Es un esfuerzo inversor importante". Con todo, Azagra precisó que "con un presupuesto ordinario de 22.000 millones, de los cuales 18.000 son para pagar la nómina de profesores y personal, no puede funcionar una universidad". El vicerrector hizo una llamada de atención a Educación para que valore con "criterios objetivos" las propuestas de un segundo plan y al Gobierno valenciano para que reflexione y apueste por "un aumento sustancial de la finaciación ordinaria". "Reclamo la voluntad del Gobierno para que haga un esfuerzo por el sistema universitario público. Si lo que hay que repartir son 37.000 millones, el dinero seguirá faltando", dijo. La clave, a su juicio, está en que la Generalitat equipare la subvención a la de las comunidades con la misma renta per cápita.