Juicio contra un policía acusado de violar a una detenida en los calabozos
El policía Luis Rubio Mazón, que permanece en prisión preventiva desde hace 10 meses, se sentó ayer en el banquillo de la Audiencia de Barcelona acusado de violar a una detenida en los calabozos de la comisaría de Nou Barris. La fiscal solicitó para él 12 años de prisión por agresión sexual y una multa por unos tocamientos previos a la violación. Los hechos fueron denunciados por un agente de la misma comisaría, pero el acusado los negó de forma categórica y recordó que no estaba enemistado con su compañero.
"Yo tenía mucho respeto a un uniforme hasta que pasó eso", explicó entre sollozos al tribunal Maria del Pilar G. F. Luego fue desgranando con palabras sencillas los detalles de la violación y pidió perdón por el vocabulario empleado. "No tiene que pedir perdón por nada", le contestó el presidente de la Sección Décima, Josep Lluís Jori. La versión de la mujer coincide íntegramente con la de la fiscal. La noche del 7 de agosto de 1997 fue detenida por primera vez por su vinculación con un caso de drogas por el que ni siquiera llegó a ser juzgada. Estando en la celda, le pidió al policía que la custodiaba que le permitiese ir al lavabo y al regresar el agente aprovechó para tocarle los pechos y decirle frases lascivas. Al cabo de unos minutos la mujer sufrió una nueva incontinencia y el policía le ofreció ingresarla en una celda de aislamiento provista de retrete. Poco después el agente le ofreció un refresco con alcohol, que la mujer rechazó, pero se bajó los pantalones y le pidió que le realizara una felación. Como se negó, la colocó entre una tarima y la pared y la violó por la vagina. "¿No pensó en chillar?", le preguntó la fiscal a la mujer. "Estaba tan humillada que no me salían las palabras", respondió. Otro agente acudió a la celda al ver que su compañero tardaba en regresar y ayer explicó al tribunal que "se figuró" lo que pasaba. Allí sorprendió a Luis Rubio Mazón sobre la mujer. Ella negó los hechos en un primer momento, pero días después, animada por la policía, relató la supuesta violación. "Pensaba que mi palabra no valdría para nada", explicó ayer al tribunal.
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