Àlex Corretja encuentra su juego
En el cuarto partido de Roland Garros, Àlex Corretja se reconcilió finalmente con su juego. No estuvo a su mejor nivel, pero al menos jugó un partido tremendamente serio, se mantuvo concentrado y supo aprovechar sus ocasiones. Ganó al australiano Jason Stoltenberg, semifinalista en Wimbledon en 1996, por 6-4, 6-4, 6-3 en dos horas y seis minutos, y fue el único español que salvó ronda en una jornada marcada por las eliminaciones de Alberto Berasategui, Pato Clavet y Conchita Martínez. La armada ha sufrido cierto deterioro. Sin embargo, mantiene a tres hombres en cuartos de final (Moyà y Mantilla ya estaban clasificados), igualando el récord del Open de Australia de 1997, y a Arantxa como única representante en los cuartos femeninos.No fue un día brillante. Pero la victoria de Corretja lavó la cara a un tenis español que ayer pudo dejar una imagen ciertamente derrotista. La jornada se inició con la derrota de Conchita Martínez frente a la croata Iva Majoli. Su partido quedó aplazado el domingo con un set para cada una, ambos decididos en el desempate. La reanudación comenzó bien para la aragonesa, que pareció dispuesta a sufrir lo necesario para ganar a la actual campeona de París. Sin embargo, los silbidos del público ante este tipo de juego y una discusión sobre una pelota importante acabó desestabilizando a la aragonesa. Parece increíble que a una tenista que lleva más de 10 años en el circuito y que ha ganado un título de Wimbledon le ocurran esas cosas. Pero ocurrió. Y desde aquel momento hasta el final del encuentro, Conchita mostró su peor cara: fue incapaz de mantener su servicio ni una vez más y no ganó otro juego (7-6, 6-7, 6-3).
Esa historia se produjo en la pista Suzanne Lenglen, la segunda en importancia tras la central, que ayer se convirtió en un cementerio para los españoles. Allí enterraron también sus ilusiones Pato Clavet y Alberto Berasategui. El madrileño, de 29 años, abandonó la pista habiendo quemado todas sus naves en la primera manga. Perdió frente a Filip Dewulf por 7-5, 6-3, 6-1 y se fue con la sensación de no haber tenido ninguna opción. "Jugó realmente bien", dijo Clavet del belga, que el año pasado disputó las semifinales en este mismo torneo. "Me sorprendió su servicio y su derecha. Creo que si sigue así, su partido contra Corretja será durísimo".
Lo de Berasategui fue mucho peor. Entró en la pista frente al marroquí Hicham Arazi derrotado, con la cabeza baja y angustiado por una contractura del abductor izquierdo, que a punto estuvo de hacerle abandonar. Era evidente que físicamente no estaba bien. Y así se hizo patente a medida que el partido fue avanzando. Perdió la primera manga y pidió asistencia en pista. Cedió la segunda y, de una forma incomprensible y medio cojo, ganó la tercera. Pero cuando cedió el saque por segunda vez en la cuarta (5-3 de Arazi) se paró.
La única alegría llegó en la central. Allí Corretja mantuvo siempre bajo control su partido ante Stoltenberg, que nunca había superado la segunda ronda de este torneo en ocho participaciones. La cuestión para Àlex era mantener a Stoltenberg en el fondo y restar lo suficientemente bien para evitar sus subidas a la red. Consiguió las dos cosas. "No estoy en mi mejor nivel, pero estoy en cuartos de final", dijo Corretja. Ahora, Corretja se enfrentará a Dewulf (39º mundial), con quien perdió el año pasado en octavos de final.
Hoy, Mantilla se enfrentará a Muster (2-0 del austriaco), Moyà, a Ríos (1-0 del chileno), y Arantxa, a Patty Schnyder (2-1 de la suiza).
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