Inteligencia
Habrá que recordarlo. Detrás del debate que estos días llega a su punto culminante en el Consell Valencià de Cultura hay en juego mucho más que un dictamen técnico o cultural. Lo que se ha llamado el pacto lingüístico es una apuesta definitiva por suturar la brecha que aleja a un sector de la sociedad de los saberes y conocimientos de la comunidad científica y universitaria; un esfuerzo por rescatar la lengua de los valencianos de la manipulación política y abrir un horizonte a la normalidad de su uso; un intento de acabar con el exabrupto permanente que, desde algunos ámbitos de poder político y mediático, sufre la intelectualidad del país porque se niega a asumir un prejuicio ideológico como sustituto de la verdad histórica y filológica. Se trata, en fin, de neutralizar la fuerza disolvente de la polémica lingüística. Conviene recordarlo, ahora que el presidente del organismo, Santiago Grisolía, y la veintena de personas que lo integran, se ven inmersos en la etapa final de los trabajos sin dar la impresión de haber logrado superar el alineamiento partidista (con los secesionistas de UV anclados en sus posiciones y buena parte de los consejeros propuestos por el PP redactando borradores llenos de incongruencias sobre el origen del valenciano para evitar que aquéllos se descuelguen y exploten electoralmente la vieja demagogia). El pacto tiene, como al principio, un elevado riesgo de fracaso, pero la expectativa sigue viva y exige a los miembros del Consell de Cultura mirar más allá de la coyuntura. Es posible que Grisolía conozca una historia que involucró a un maestro, un científico, unos políticos y la opinión pública en un clima de persecución ideológica parecido al que se da aquí en el asunto de la lengua. Ocurrió en Estados Unidos, hace exactamente 45 años. Eran los tiempos del senador Mc Carthy y un humilde profesor de Brooklyn se vio acosado por negarse a declarar sobre sus convicciones políticas ante un comité anticomunista en Washington. Pidió ayuda a un sabio mundialmente famoso y la obtuvo, lo que generó una gran polémica en la prensa sobre la libertad y los métodos modernos de inquisición que la amenazan. En el artículo que desencadenó el debate, publicado por el New York Times, el famoso científico advertía: "La inteligencia de este país tiene que enfrentarse con un problema muy serio. Mediante la simulación de un peligro externo, los políticos reaccionarios han logrado que el público desconfíe de todas las actividades intelectuales". Aquel científico era Albert Einstein.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Archivado En
Últimas noticias
Las universidades públicas andaluzas irán a los tribunales si la Junta no cumple con el modelo de financiación
El Papa jubila al influyente arzobispo de Nueva York, afín a Trump y líder de la Iglesia ultraconservadora
Las protestas de agricultores contra el pacto entre la UE y Mercosur, en imágenes
El inversor Soo Kim está en negociaciones para comprar CNN a Warner, según ‘FT’
Lo más visto
- La población de pumas de la Patagonia se dispara gracias a una presa inesperada: los pingüinos
- El Supremo ordena al ex fiscal general el pago de la multa y la indemnización a la pareja de Ayuso que le impuso al condenarle
- Carlos Alcaraz y Ferrero rompen tras siete años: “Llegan tiempos de cambio para los dos”
- Sánchez, contra la Comisión Europea: “Es un error histórico” el paso atrás con los coches de combustión
- El Gobierno de Mazón pagó 107 millones de euros más a Ribera Salud al aumentar su aportación por ciudadano




























































