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GENTE

BAÑISTAS CON "AIR BAG"

Samuele Mazza debe de ser un genio, pero llega con 86 años de retraso. Porque si se hubiera inventado el bañador Titanic, creado para Triumph, en 1912 otro gallo habría cantado a los pasajeros del transatlántico, aunque James Cameron se quedara sin película y sin collar de oscars. Mazza presenta el bañador salvavidas, «olímpico, deportivo y sexy, para hombre y mujer», que en caso de emergencia, y tirando de un cordoncito, se transforma en air bag y permite flotar a una persona de hasta 70 u 80 kilos de peso. Pero, además, el traje de baño, que da al portador o portadora un entrañable toque de muñeco Michelin, lleva dos bolsillos transparentes desmontables con velcro para llevar una brújula y teléfono móvil, aparatos ambos tan útiles en caso de que los icebergs se pongan molestos y azote la curiosidad de saber en qué dirección nos hundimos. Para que no falte de nada, el bañador lleva también un silbato que permite llamar la atención. La firma ha presentado últimamente otras novedades de lencería, como el sujetador ecológico, proveniente del reciclamiento de botellas de plástico, y el de fibra óptica, cuyos tejidos emanan y conducen luz, aunque no dan calambre, y facilitan sobremanera la localización de la portadora en la oscuridad.

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