La desertificación afecta al 30% de la superficie forestal valenciana

La situación no es alarmante, pero empieza a preocupar. El 30% de la superficie forestal de los montes del País Valenciano está "seriamente" afectada por la desertificación, que incide en mayor medida en las comarcas del sur de Alicante. Al menos, esta cifra es la que baraja el responsable del Centro de Estudios Ambientales del Mediterráneo (CEAM) que desde ayer celebra su encuentro anual en Alicante. Los expertos buscan ahora sistemas de adaptación de las especies naturales a las condiciones climáticas adversas, en especial a la sequía. "La mayor parte del territorio se puede todavía recuperar, pero a medida que aumente la sequedad y la degradación, aumenta la dificultad. Es urgente desarrollar técnicas que sirvan para superar estas condiciones adversas", comentó Ramón Vallejo, coordinador de programas de la CEAM. Los biólogos y expertos en reforestación ya han empezado a trabajar en viveros donde están desarrollando sistemas de protección de especies vegetales a la falta de agua, como es por ejemplo cubrir las plantas de unos tubos que la protejan del viento y almacenen la humedad, al tiempo que plantean la necesidad de utilizar determinados fertilizantes para facilitar el crecimiento y la reproducción de las especies en los primeros años de vida, teniendo en cuenta la dificultad del territorio valenciano, con tierras poco fértiles y montes pedregosos. Los 80 expertos que participan en este encuentro coincidieron en destacar la necesidad de reforestar con urgencia aquellas zonas "que presenten un alto riesgo de inundaciones o precipitaciones torrenciales", pero uno de los problemas que afrontan es que en estos momentos el 70% de la superficie forestal de las comarcas alicantinas es de titularidad privada. "La Administración debería incitar a los propietarios de estos terrenos a que repoblen", dijo el director del departamento de Ecología de la Universidad de Alicante, Juan Bellot. Los profesores consideran superada la polémica y las críticas a la reforestación de pinos, y consideran que lo importante, sean pinos o encinas, es que se regenere la superficie forestal. Dunas de Guardamar Uno de los proyectos de investigación, que se presentará esta mañana sobre el terreno, es el rejuvenecimiento del pinar de las dunas de Guardamar del Segura, donde los biólogos han detectado un "notable" envejecimiento de las especies y están buscando otras especies de pinos, como el carrasco, piñonero o negro, para que desarrollen ejemplares jóvenes. También han recuperado la especie del ciprés de Cartagena, que "podría superar las dificultades del medio", comentó Vallejo. El pinar de las dunas evita que avancen hacia el casco urbano, pero el notable deterioro que se ha producido podría provocar dentro de 50 años que la arena llegara al casco urbano. Por este motivo se están buscando especies vegetales que sobrevivan a la extrema sequedad, la falta de agua, la salinidad del terreno y el efecto de la erosión del viento.