El Villarroel acoge la versión teatral de "Trainspotting"

Muchos meses después del estreno de la película Trainspotting -la adaptación del libro homónimo de Irvine Welsh dirigida por Danny Boyle-, la historia de droga y destrucción que el filme propagó por medio mundo sigue despertando el interés del público. A partir de esta noche y hasta el próximo mes de junio, la sala Villarroel de Barcelona repone el montaje teatral de Trainspotting que, dirigido por Eduardo Fuentes y con Nacho Novo, Roberto Cairo, José Antonio Gallego y Alexandra Fierro en el reparto, pudo verse ya en el teatro Joventut de L"Hospitalet a principios de 1997. La pieza, mucho más fiel al texto original que a la adaptación cinematográfica, está ambientada en el marginal barrio de San Blas, en Madrid. Sus personajes están atrapados en un mundo de droga y alcohol y hablan cheli, algo que, según Novo, no supone ningún impedimento para la comprensión de la obra. El actor argumenta que desde su estreno, dos años atrás, el espectáculo ha girado por toda España y también por Argentina, con cerca de 200 funciones en total, y nunca han tenido problemas para hacerse entender por el público. A un ritmo trepidante y con unas situaciones durísimas suavizadas por un constante recurso al humor -sin él no se podría soportar una historia tan sórdida, afirma Novo-, los personajes de Trainspotting van sacando a relucir sus preocupaciones, en realidad un reflejo de problemas universales. Como indica Novo, "hablan del caballo para hablar de muchas otras cosas, del amor, los desencuentros, la hipocresía, el machismo, la familia, el desencanto de vivir, toda la porquería que nos rodea".