Nueva Izquierda pide a IU que se una a la ofensiva contra la derecha

Diego López Garrido, el secretario general de Nueva Izquierda, se dirigió ayer a sus antiguos compañeros de IU para pedirles que se unan al PSOE y su partido en una ofensiva de la izquierda contra todos los Gobiernos de derechas. En ese sentido, expresó su satisfacción por que la Federación Socialista Madrileña (FSM) aprobase finalmente la candidatura conjunta de su compañera Cristina Almeida para la presidencia de la Comunidad de Madrid. Por contra, Juan Barranco, de los críticos socialistas, advirtió que la unidad no puede construirse sobre la división.La victoria es buena aunque sea por penaltis. López Garrido utilizó ayer el símil futbolístico para hacer constar que un reto puede ganarse, a veces, "por un solo punto, como ocurrió con la victoria del Real Madrid [en la Copa de Europa]". La propia Almeida declaró en Santander, informa Jesús Delgado, que es suficiente para ella y los socialistas. "Las cuestiones deben debatirse como se ha hecho. Me parece lo más democrático, aunque entiendo que haya gente que no lo comprenda así", puntualizó. Tras advertir que no se la puede acusar de transfuguismo, advirtió que si en el PSOE hubiera al cabo un congreso extraordinario no sería por lo ocurrido en Madrid.

"A partir de ahora", dijo López Garrido, "hay que empezar a defender la propuesta de la izquierda frente al Gobierno de la derecha". A él no le preocupa que la victoria de la opción de Almeida haya sido por escaso margen. En su opinión, lo importante es que los socialistas hayan apostado por un acuerdo que lo único que persigue es derrocar al PP en toda España.

Aunque López Garrido afirmó que confia en que el sector del PSOE contrario a Almeida dedicara sus esfuerzos a salvar la unidad de acción, Barranco, uno de los más destacados dirigentes socialistas contrarios al pacto, señaló que "es una contradicción terrible construir la unidad sobre la división de un partido". En su criterio, la votación del domingo sólo ha servido para demostrar que a los socialistas les divide no sólo el candidato, sino también la campaña que empieza ahora.