Hingis reclama la última corona
La jugadora suiza ha ganado los otros tres Grand Slam y aspira a cuadrar el círculoLa ausencia de Graf y el bajo momento de Seles dejan paso a las dos Williams y a Kournikova.
La última corona que le falta puede ser colocada en la cabeza de Martina Hingis dentro de 15 días en París. La jugadora suiza de 17 años entró como un ciclón en el circuito femenino el año pasado. Comenzó su temporada con una inesperada victoria en el Open de Australia, en Melbourne, que la convirtió en la más joven número uno de la historia del tenis. Y la concluyó con otros dos títulos del Grand Slam, los de Wimbledon y del Open de Estados Unidos.Fue un gran año. Hingis se convirtió en la reina y nadie le discutió su hegemonía. Sin embargo, entre tanto éxtasis le quedó un lunar: el torneo de Roland Garros. Jugó un buen torneo y estuvo en la final. Pero la perdió de forma bastante incomprensible frente a la croata Iva Majoli, que probablemente alcanzó ahí la cumbre de su carrera, a pesar de tener sólo 20 años.
Seis meses después del inicio de esta temporada, Hingis vuelve a París con el claro objetivo de reclamar la corona que le falta. Es, en el fondo, la que más fácilmente debía ganar puesto que su formación tenística la recibió en tierra batida. Pero de nuevo no le será fácil conseguirla.
En un año el panorama ha cambiado. La alemana Steffi Graf, rozando los 29 años, ha desaparecido del circuito acribillada por las lesiones y se debate entre la retirada y la continuidad. La norteamericana Monica Seles ha perdido la estabilidad emocional tras una etapa marcada por la larga enfermedad que acabó con la vida de su padre hace dos semanas. La checa Jana Novotna, que en octubre cumplirá los 30, se encuentra en las postrimerías de su carrera profesional. Y las españolas Arantxa Sánchez y Conchita Martínez viven en las montañas rusas.
Este panorama ha dejado el campo libre a las tenistas de la nueva generación que, poco a poco, se están instalando entre las diez primeras juadoras del mundo. Hingis es su abanderada y la única, hasta ahora, que ha inscrito su nombre en torneos del Grand Slam: lleva ya cuatro títulos.
Pero detrás de ella circulan otras jugadoras descaradas y arrogantes, que se han convertido en las grandes esperanzas del WTA Tour: las estadounidenses Venus y Serena Williams y la rusa Anna Kournikova. Son tenistas de menos de 18 años que persiguen la gloria con una ansiedad inusual y sin respetar en absoluto las jerarquías. En París todo el mundo espera que confirmen su clase y se conviertan en las grandes rivales de Martina.
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