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El PP de Málaga baraja cambiar a su candidato para la Diputación

La dirección del PP en Málaga no está del todo satisfecha de su gobierno en la Diputación, hasta el punto de que se ha llegado a plantear si para las elecciones del próximo año coloca en las listas un nuevo candidato y releva al actual presidente, Luis Vázquez Alfarache. Aunque éste siempre ha gozado de la confianza del aparato, algunos dirigentes han cuestionado su débil perfil político y su escasa proyección en cuanto presidente de la principal institución supramunicipal gobernada por el PP en Andalucía.

De momento la dirección del PP en Málaga, que preside Manuel Atencia, no ha adoptado ninguna decisión, pero es significativo que se haya abierto un debate interno al respecto. El principal argumento de los críticos es la crisis interna que Vázquez Alfarache ocasionó al partido por su distanciamiento del vicepresidente primero de la institución, Carlos García, con quien en principio formó un tándem de la absoluta confianza del aparato que con el paso del tiempo ha generado una mutua desconfianza. La dirección no oculta que Vázquez Alfarache cometió un error al colocar como jefa de su gabinete a Mariela Martín, esposa de García, y no tanto por las críticas que aquella designación recibió de la opinión pública, sino porque establecía un equipo con un complicado entramado de relaciones personales y políticas. La gestión de Vázquez Alfarache ha estado plagada de críticas públicas por la política de contrataciones y por el reparto de subvenciones entre los distintos municipios, lo que le ha motivado fuertes acusaciones de enchufismo y sectarismo por parte de la oposición. Pero la dirección del PP parece más preocupada por el débil perfil político de Vázquez Alfarache, cuando contempló su llegada a la presidencia de la Diputación como un instrumento muy valioso para consolidar la implantación del partido en la provincia. La dirección del PP de Málaga cree por ejemplo que Vázquez Alfarache debió jugar un papel de mayor protagonismo contra el proyecto de ley de administración periférica de la Junta, a la que el PP se opuso contundencia y utilizó entre otros argumentos la injerencia en competencias de las diputaciones. Vázquez Alfarache no sólo no lo hizo, sino que en su informe a la Junta elogió algunos aspectos del borrador e hizo aportaciones para mejorarlo. Los críticos censuran a Vázquez Alfarache que ha perdido demasiado tiempo en actos institucionales y en cuidar las relaciones con colectivos sobre los que la institución no tiene competencias, además de haber centrado todo este protagonismo público en la propia capital. Curiosamente el principal valedor de la continuidad del presidente es el candidato mejor colocado para sustituirle, el secretario provincial, Joaquín Ramírez.

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