Heynckes: "Veo muy difícil repetir el año que viene"

El entrenador del Real Madrid, Jupp Heynckes, no dudó ayer en explotar su serena forma de reflexionar. "Veo muy difícil que el Real Madrid consiga la Copa de Europa el año que viene", manifestó. "El Juventus es un gran equipo". Momentos antes, el presidente madridista, Lorenzo Sanz, le había prometido a su afición la octava Copa de Europa, "para el año que viene y no para dentro de 32 años". Fue un choque de criterios y de genios, uno frío -Heynckes-, el otro pasional -Sanz-, traslucían una lejana posibilidad de congeniar. Y explicaban la marcha del entrenador alemán.Pero ayer el Bernabéu no abundó en la polémica. Abrazó a Heynckes con una ovación cerrada. Heynckes fue el único que se detuvo a hablar gustoso con la prensa. Los jugadores en cambio parecían consumirse entre el agotamiento y una euforia que decrecía. Illgner, el portero, fue el que menos se vio. Pareció huir, el primero, aferrado a su teléfono móvil -el año pasado no festejó la Liga en la Cibeles, aduciendo molestias-. Los jugadores no querían hablar. Afloraron frases comola de Redondo: "No hay palabras, esto hay que vivirlo".

"La gente sabe lo que significa conseguir este objetivo de la Copa de Europa", explicó Heynckes. El alemán valoró el trato del público: "Ha habido mucha influencia en los últimos meses. Pero la gente en la calle tiene olfato. Tiene un sentimiento diferente y han valorado mi trabajo y también cómo soy como persona".

Aparentemente tranquilo, conservando la calma, Heynckes -a quien la victoria de ayer le otorga una prima de 100 millones de pesetas- se vanaglorió de ser el mismo "tanto en el triunfo como en el fracaso". Lo explicó desde el frío instinto rematador del delantero centro: "Yo fui un goleador".