El Madrid, campeón
L A GENTE arde en deseos de celebrar lo que sea de manera colectiva: de compartir alegrías. El fútbol es, con frecuencia, la excusa para hacerlo, y así volvió a ocurrir anoche con motivo de la victoria del Madrid. Se trata de su séptima Copa de Europa. Siete en 42 años, una de cada seis: un gran promedio, aunque haya tenido que esperar 32 años para cuadrar la estadística. El partido fue presenciado por muchos millones de españoles, aunque consta que no todos ellos deseaban el triunfo blanco. No hay que escandalizarse, porque la rivalidad es parte de este juego; pero no sólo los seguidores del Madrid se alegraron ayer del triunfo. Por de pronto, permite al Betis acceder a la Copa de la UEFA.Algún día se reconocerá la influencia del fútbol en el surgimiento de una identidad europea. La moneda única es importante, pero también la Copa de Europa ha desempeñado su papel. Las televisiones traducen a los idiomas nacionales el lenguaje universal del fútbol, y eso permite emociones y fidelidades compartidas con independencia de la nacionalidad. Ayer se alinearon en el equipo campeón jugadores de ocho o nueve países, sin que esa circunstancia afectase a la identificación de sus seguidores con los colores que defendían. No es que el Madrid carezca de una identidad propia, sino que la suya es por tradición cosmopolita: ya en las primeras ediciones del torneo continental, en los años cincuenta, contaba con figuras llegadas de otras tierras, como Di Stéfano, Kopa, Rial, Santamaría o Puskas.
Tras una temporada mediocre, el equipo de Heynckes se la jugaba ayer a todo o nada, y salió cara. Nadie podrá decir que lo tuvo fácil hasta llegar a la final o que le regalasen nada. Lamentablemente, la celebración del triunfo en la plaza de Cibeles se vio empañada anoche por los violentos incidentes que se produjeron al encararse con la policía un grupo de radicales. En cualquier caso, enhorabuena, y ojalá que el año próximo repita uno de los tres representantes españoles que por primera vez participarán conjuntamente en la competición.
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