El héroe de Amsterdam
Por su gol y por su juego, Mijatovic fue el jugador más importante de la final
, Mijatovic fue el hombre del partido, y no sólo por su gol. Pidió el balón, buscó sociedades, tiró regates. La defensa del Juventus sufrió cada vez que el montenegrino cogió la pelota. Bajó con frecuencia y sentido, y ayudó a prolongar las posesiones del Madrid, del que firmó las mejores jugadas.
Zidane. El mejor del Juventus. Sus apariciones hicieron sangrar al Madrid. Dejó controles y amagues magníficos. Dio profundidad al Juventus. Jugó a dos velocidades, según convenía, y por ambas hizo daño.
Del Piero. Decepcionó. Los centrales del Madrid le pudieron siempre. Entró poco en juego y no le salió nada. Aireó su desesperación, síntoma de que no estuvo metido en el partido.
Hierro. En la final recuperó su mejor versión. Otra vez fue el líder de la defensa. Seguro, contundente en el corte y bien colocado. Adivinó siempre. Impuso su jerarquía.
Di Livio. Físico poderoso, pero poco fútbol. Zidane le construyó una autopista por su banda, la derecha, en los primeros 20 minutos, pero nunca supo cómo dar una buena solución a sus entradas al galope. Eso sí, obligó a Roberto Carlos a pensarse las subidas. Lippi lo dejó en el banquillo en el descanso.
Raúl. Puso voluntad y osadía. Sus constantes movimientos puso en aprietos a la zaga italiana. Tuvo en sus botas la gran ocasión del Madrid en la primera parte.
Inzaghi. No hubo noticias de él en el primer tiempo. Pero sí en la segunda, donde dispuso de ocasiones de las gordas.
Redondo. No firmó la actuación de Dortmund, pero estuvo notable. Aunque no por mucho, ganó a Deschamps.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.