La crisis en la UGT de Málaga retrasa a julio el congreso provincial

La profunda crisis abierta en el seno de la UGT malagueña ha llevado al comité provincial a posponer hasta finales de julio el congreso que debía iniciarse hoy. La resolución, adoptada el martes, ha apaciguado la crispación causada por la decisión que la comisión de credenciales había tomado el día anterior de prohibir la participación de la Federación de Servicios Públicos (FSP), la de mayor peso dentro de la organización y la más crítica con la ejecutiva provincial. Anoche, miembros de la ejecutiva regional permanecían reunidos en Sevilla analizando el conflicto.

La FSP tiene 107 de los 300 delegados, pero su ausencia no sólo hubiera dejado al congreso sin una tercera parte de sus miembros: las otras tres federaciones críticas -hostelería, metal y educación, que suman 72 delegados- habían anunciado que no entrarían al encuentro si se impedía la participación de la FSP, como ya hicieron hace varios meses en la fase precongresual. Con apenas 121 representantes, los oficialistas no habrían tenido quórum. A tenor de esta correlación de fuerzas, los críticos interpretaron el aplazamiento del congreso como "una huida hacia adelante" del actual secretario provincial, Juan Antonio Triviño. El comité también resolvió "instar a las federaciones a corregir defectos" del proceso congresual. Aunque la resolución no hacía referencia a la FSP, aludía claramente a su congreso sobre el que pesan una veintena de impugnaciones por haber vulnerado el derecho a la participación de los afiliados. Justamente, fueron esas "anomalías" las que llevaron a la comisión de credenciales a excluir a sus 107 delegados. Este órgano fundamentó la decisión en que en el congreso de la federación vulneró la democracia interna, ya que de 145 secciones sindicales solo 34 obtuvieron representación. Francisco Povedano, secretario de la FSP y líder del sector crítico, calificó la resolución de la comisión de credenciales de "excusas de Triviño para mantener una mayoría ficticia" y anticipó que no repetirá el congreso de su federación: "Si mis órganos superiores me indican que tengo que hacerlo otra vez no tardo ni medio minuto en convocarlo". El dirigente recordó que hace una semana UGT Andalucía reconoció la validez de los delegados; posicionamiento ratificado por los miembros del regional que el martes se desplazaron a Málaga para intervenir en el conflicto y que se inclinaron por un congreso "con la participación de todos". Los oficialistas confían que en los dos meses que restan hasta la celebración del congreso -previsto para los días 23, 24 y 25 de julio- los órganos confederales resuelvan dos expedientes que pesan sobre Povedano: uno abierto a instancias de la ejecutiva provincial por supuestas escuchas ilegales en la sede de la FSP y otro iniciado a petición de la sección sindical de Marbella por haber propiciado la contratación del ex-alcalde socialista de Nerja, Gabriel Broncano, "saltándose el convenio a la torera". Tras la celebración del comité, Triviño manifestó que estaba dispuesto a retirar su candidatura si con ello contribuía a calmar las tensiones internas. Rafael Acevedo, integrante de la ejecutiva, en cambio, arremetió contra el proceso congresual de la FSP: "La federación del metal, con 600 afiliados lleva 10 delegados al congreso y la sección sindical de Marbella, con el mismo número, no tiene representación. Eso se debe a que cuestionan a la dirección de la federación. Estos compañeros se han tenido que ir a Madrid en autobús para ser escuchados". Acevedo se refería a la veintena de dirigentes de la FSP enfrentados a Povedano y alineados con Triviño que el martes se entrevistaron con Alberto Pérez, secretario confederal de organización, para denunciar "a falta de democracia interna" de la federación. Los oficialistas de Málaga no confían en la imparcialidad de la ejecutiva regional encabezada por Manuel Pastrana.