Edo bate a domicilio a todos los velocistas italianos

Estrategia, audacia, potencia y, por encima de todo unas inmensas ganas por reivindicarse, le dieron a Ángel Edo (Kelme Costa Blanca) la victoria en la segunda etapa del Giro. El corredor catalán se impuso al temible grupo de velocistas italianos en su propia salsa después de haber relegado, ya antes del sprint masivo, a algunos especialistas como Cipollini y Blijlevens. Fue ese el fruto del acelerón que imprimió el Kelme en la parte final de los 160 kilómetros recorridos. Edo atacó a fondo a unos 300 metros para la línea de meta situada en una ligera rampa y no pudo ser ya rebasado por Piccoli, Loda, Bartoli y Fagnini.Edo, que ya ganó una etapa del Giro en 1994, saboreó la victoria. Hace dos meses la Unión Ciclista Internacional, en lucha contra los tratamientos de oxigenación sanguíneos, le impidió disputar la Milán-San Remo al habérsele detectado el 50% de volúmen de glóbulos rojos (hematocrito). "Me había machacado para aquella carrera. No se me trató con justicia. Esta ha sido mi respuesta", afirmó exultante Edo. Hoy se disputa la tercera etapa entre Rapallo y Forti del Marmi, de 196 kilómetros.