Los comerciantes triplican sus consultas sobre el euro durante la última quincena

La fiebre del euro ha llegado a la capital. La confirmación de que España estará en la línea de salida de la moneda única ha convencido a los comerciantes e industriales madrileños de que la cosa "va en serio" y conviene ir poniéndose al día. La llegada material de la nueva divisa no se producirá hasta el 2002, pero las operaciones podrán formalizarse en euros a partir de enero. Ante esta perspectiva, las consultas de pequeños y medianos empresarios se han disparado: la Cámara de Comercio ha multiplicado por tres su actividad europeística a lo largo de la última quincena.

La cumbre de jefes de Estado europeos de hace dos fines de semana marcó el punto de inflexión. El euro se convirtió por primera vez en un tema de conversación en la calle, y los empresarios tomaron buena nota de ello. Todo ese proceso se ha traducido en un súbito y espectacular incremento en el volumen de consultas que reciben las instituciones y organismos económicos de la ciudad.La Cámara de Comercio representa, en este sentido, un ejemplo preclaro. Esta institución de la calle de Huertas abrió en febrero de 1997 la llamada Oficina Euro, un consultorio en el que un equipo de personal especializado resuelve todo tipo de dudas y consultas sobre la moneda única, ya provengan de particulares o de miembros de la Cámara. Hasta este mes de mayo, la oficina había completado una base de datos con 576 empresas madrileñas interesadas en permanecer informadas puntualmente de la moneda única. En sólo dos semanas, y pese a la festividad de San Isidro, esa base se ha incrementado con 62 firmas más. Es decir, el ritmo semanal de consultas ha pasado de 9,6 a 31: un incremento del 223%.

Hora de despabilarse

La ebullición se registra, sobre todo, entre las empresas que no sobrepasan la decena de trabajadores. "Las grandes sociedades han creado sus propios departamentos especializados y lo tienen todo a punto desde hace tiempo. Quienes deben despabilarse ahora son los pequeños", exclama Mariano Zamora, coordinador de la Oficina Euro.El incremento en el número de visitas a este organismo es apreciable, pero Zamora no lo encuentra aún suficiente. "Los comerciantes de la ciudad están, en su mayoría, muy despreocupados. Muchos piensan que el 2002 pilla muy lejos, y esa actitud resulta bastante peligrosa", se lamenta. Los que sí se han concienciado ya interrogan a los expertos, sobre todo acerca de los pormenores de la contabilidad. Otras consultas recurrentes se refieren a cómo redondear las equivalencias entre peseta y euro; cuándo comenzar a presentar nóminas, facturas e impuestos en la moneda común y cómo abordar el doble etiquetado en el primer semestre del 2002, el periodo en el que convivirán materialmente las dos divisas.

En este sentido, ya ha habido algún tendero que ha descubierto una trampa endiablada del cambio de moneda. Y es que el 1 de enero del 2002 llega en plena campaña de Navidad y Reyes, lo que permite pronosticar un magnífico guirigay por las rebajas: las etiquetas deberán reflejar cuatro precios, el actual y el anterior en pesetas y en euros, respectivamente.

El hasta ahora director general de Comercio y Consumo, Ignacio de la Vega, ha hecho llamamientos a los pequeños y medianos empresarios de la región para que inicien cuanto antes el proceso de transformación de sus negocios. Les espera, reconoció, un importante esfuerzo: no sólo mental, sino también económico. "Los comerciantes deben contar con que la transformación de sus negocios para la llegada del euro puede suponerles entre un 1% y un 3% de su facturación anual durante al menos tres ejercicios", auguró.

La lista de reformas que se avecinan es abultada. Hay que sustituir los elementos de pesaje, los ordenadores y las cajas registradoras, que en un porcentaje muy elevado no permiten modificaciones en sus programas (software). Todo ello puede sumar una inversión a fondo perdido desde 300.000 pesetas hasta varios millones. La Consejería de Economía también pondrá de su parte en este esfuerzo didáctico para con los empresarios, y ya ha editado una Guía euro disponible en todas las oficinas del Imade. Sus responsables pretenden, además, impulsar programas en colegios y entre los madrileños de la tercera edad.

Oficina Euro. Huertas, 13. Teléfonos 91 538 36 80 / 35 68. Consultas por correo electrónico a la dirección: est3@camaramadrid.es. Instituto Madrileño de Desarrollo (Imade). Gran Vía, 42. Teléfono 91 580 26 00.