Los nuevos autobuses

¿Se imaginan un Seat 1500 de los años sesenta con un motor y unas prestaciones de un BMW de finales de los años noventa? Los ocupantes irían dando bandazos de un lado a otro sin parar. Pues eso es lo que precisamente ocurre en los flamantes nuevos autobuses de la EMT, con el agravante de que la mayoría de las plazas son para ir de pie. No sé a quién se le ha podido ocurrir diseñar unos autobuses con tanta potencia, tan buenos frenos y magníficos amortiguadores para un transporte urbano en el que, continuamente, el conductor debe estar frenando y acelerando para llevar el mismo ritmo que el tráfico donde está inmerso y para subir y bajar pasajeros.Si les soy sincero, yo voy mucho más a gusto en los antiguos, que tardan lo mismo en llegar a su destino y la gente no tiene que hacer equilibrismos para mantenerse en pie, al tiempo que, al ser todos iguales, uno se sabía de memoria dónde podía agarrarse sin necesidad de pensarlo antes. En los nuevos autobuses, de múltiples y variados modelos de diseño interior, en algunos casos con asientos descomunales en un sitio y espacios raquíticos en otro, el viaje se convierte en una aventura. Cómo se nota que ni los ingenieros que los diseñan ni las personas que los compran viajan mucho en autobús.-