Los trabajadores de Sidenor en Vitoria aprueban el traslado de su acería a Basauri en una votación apretada
Los trabajadores de Sidenor en Vitoria aceptaron ayer la desaparición de la acería y la restructuración de plantilla que ello implicará en el plazo de un año y medio. Mediante un igualado referéndum, ratificaron el acuerdo alcanzado hace tres semanas entre los sindicatos y la empresa. Participaron 565 empleados entre los 700 censados con un resultado apurado: 269 a favor, 249 en contra, 27 nulos y 20 en blanco. "Había el sentimiento de que no podían votar para cerrar una instalación", excusó el presidente del comité de empresa, Paco Antúnez, para explicar la fuerte oposición. "Pero con o sin acuerdo habría desaparecido. Sin acuerdo habría resultado peor". La votación se traducirá en la firma de un pacto previsto para la semana próxima, por el que desaparecerán 30 empleos eventuales y algunos trabajadores fijos se traslarán voluntariamente a Basauri. A cambio, la empresa se compromete a mantener la producción en Vitoria durante al menos 12 años y a invertir 5.000 millones de pesetas en el próximo lustro. De no cumplir sus obligaciones, los terrenos que ahora ocupa Sidenor en el barrio de Zaramaga se traspasarán a la plantilla por importe de un euro. El Ayuntamiento ha ofrecido más de 2.500 millones para comprar los terrenos que queden libres cuando desaparezca la acería, dentro de un año y medio. Éste es el tiempo calculado para que Sidenor haga una nueva acería en Basauri y desaparezca el 90% de la de Vitoria. Curiosamente, se salvará el sistema de aspiración de humo. El origen del traslado fueron las quejas vecinales por la contaminación ambiental y acústica de la fábrica.
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