El puente de los Franceses se abre tras un año de obras de ampliación

El puente de los Franceses ha crecido. Los conductores madrileños que usaban el antiguo paso elevado evitarán desde las 13.00 de hoy la encrucijada formada por la carretera de Castilla, las avenidas de Séneca y Valladolid y el paseo de Ruperto Chapí. Unos 80.000 vehículos estrenarán los dos nuevos ramales de 290 metros y se ahorrarán las retenciones de ocho minutos que, de media, soportaban. La obra ha costado 812 millones de pesetas y ha sido financiada por Ayuntamiento y Comunidad.

El nudo del puente de los Franceses se abrió al tráfico el 20 de diciembre de 1990. La obra del Ministerio de Fomento pretendía canalizar el tráfico de la carretera de A Coruña, por la carretera de Castilla, y ofrecía una alternativa a los más de 80.000 vehículos que transitaban por ella.Pero en sólo cinco años, el nuevo puente de los Franceses se convirtió en un cuello de botella. Las retenciones en el paseo de Ruperto Chapí alcanzaban hasta el paseo de Camoens, para desesperación de los conductores.

El Partido Popular dibujó la ampliación del puente de los Franceses en 1994 para resolver los problemas de tráfico de la zona. Se diseñaron dos nuevos ramales de 300 metros para facilitar el acceso de los coches desde la carretera de Castilla y la N-VI a Moncloa y a la Ciudad Universitaria.

Las obras del nuevo nudo arrancaron en abril de 1997. El Ayuntamiento aseguró que la obra no afectaría demasiado al tráfico porque se iba a construir con módulos prefabricados, que no plantean demasiados problemas en la instalación.

Plazos de ejecución

El nuevo sistema de construcción, con todo, ha permitido que, pese a las intensas lluvias de otoño, no se hayan retrasado los trabajos e incluso se hayan reducido los plazos de ejecución, un aspecto nada desdeñable en un nudo que atraviesan 80.000 vehículos diarios.El nuevo puente de los Franceses tiene una longitud total de 290 metros y, visto desde el aire, presenta forma de "y". La estructura comienza en la carretera de Castilla con tres carriles de tres metros y medio de ancho cada uno, que se separan después en dos calzadas.

La más grande de ellas, con siete metros de ancho, presenta un carril por sentido hacia la avenida de Séneca. Esta vía, que llega hasta el Arco de la Victoria, se ensancha en ese punto a cuatro carriles. La otra calzada, con cuatro metros y medio de ancho, tendrá un solo carril, que será la vía de acceso por el paseo de Ruperto Chapí, en el parque del Oeste, hacia el paseo de Rosales.

En la avenida del Arco de la Victoria se ha instalado una barrera rígida de un metro para evitar la incorporación de los coches a la avenida de los Reyes Católicos.

El presidente regional Alberto Ruiz-Gallardón y el alcalde de Madrid, José María Álvarez del Manzano, inaugurarán la obra a las 12.00. Una hora después pasarán los primeros coches.