La Filmoteca de Cataluña homenajea a Kenji Mizoguchi en su centenario

El próximo 16 de mayo se cumple el centenario del nacimiento, en Tokio, del director de cine Kenji Mizoguchi, uno de los realizadores más importantes e influyentes de toda la historia del cine japonés, junto con Yasujiro Ozu -a quien la Filmoteca de Cataluña dedicará una completa retrospectiva a partir del próximo mes de septiembre- y el más tardío Akira Kurosawa. Con tal ocasión, la Filmoteca catalana presenta, entre hoy y el próximo 3 de junio, un ciclo compuesto por 18 de las películas dirigidas por Kenji Mizoguchi. Los filmes seleccionados abarcan de 1934 a 1956, cuando, tras terminar La calle de la vergüenza, la película que cierra su filmografía, el cineasta moría en Kioto. La retrospectiva se abre hoy con la proyección de O Shen el de las cigüeñas (la traducción de los títulos de los filmes es siempre aproximada y tributaria del nombre comercial de su estreno en Francia: jamás se estrenó en España un filme de Kenji Mizoguchi), de 1934, una auténtica rareza considerada hasta hace poco perdida y no incluida en las anteriores retrospectivas dedicadas al cineasta en España. Es también el caso de otros dos títulos, Oyuki la virgen y Las amapolas, ambas de 1935, recuperadas recientemente por la empresa francesa Alive, que tiene la exclusiva de su distribución mundial. A diferencia del resto del ciclo, estos tres títulos sólo se proyectarán en pase único. El resto de la producción de los años treinta incluye las populares Las hermanas de Gion y La elegía de Naniwa (ambas de 1936), así como la mejor película del maestro realizada antes de la guerra, Zangiku monogatari (1939), un verdadero compendio sobre su concepción de la puesta en escena y de su credo ético, recorrido siempre por su interés por el mundo de la representación (teatro, pintura) y por la reivindicación de la condición femenina. Casa de "geishas" Este tema es el auténtico eje sobre el que construyó casi toda su filmografía, no en vano había sido fuertemente marcado, en su más tierna infancia, por la venta de una de sus hermanas a una casa de geishas con el fin de paliar la momentánea pobreza en que cayó su familia como consecuencia de la guerra ruso-japonesa de 1904-05. A partir de aquí, el ciclo obvia el periodo bélico y se centra en buena parte de las películas realizadas por Mizoguchi desde 1946, casi todas ellas auténticas obras maestras. Es el caso de Cinco mujeres en torno a Utamaro (1946), El amor de la actriz Sumako (1947), Mujeres de la noche (1948), La señorita Oyu (1951) y Los músicos de Gion (1953); los espléndidos melodramas Los amantes crucificados (1954) -la única que no será exhibida según el orden cronológico dictado por las fechas de producción de los filmes, ya que su pase está previsto para el final del ciclo-, El intendente Sansho (1954) y Yokihi / La emperatriz Yang Kwei-fei (1955), ambientada en China y rodada en color, y el drama fantástico Ugetsu monogatari / Cuentos de la luna pálida (1953), el filme que supuso que fuera conocido en Occidente al lograr el León de Plata en el festival de Venecia del año 1953. La acción de esta película transcurre en Japón a finales del siglo XVI, una época de guerras civiles entre señores feudales. En la región del lago Biwa, en el centro del país, al este de Kioto, dos facciones están en conflicto: la familia Shibata y la familia Hashiba. La trama aborda las tribulaciones de los miembros de estos dos clanes, que viven en vecindad en la zona del lago.