Los separatistas de Kosovo atacan una comisaría serbia y hieren a 5 policías

Cinco policías serbios resultaron heridos ayer en un ataque de la guerrilla separatista de Kosovo en la localidad de Ponosevac, cercana a la frontera con Albania. Fuentes diplomáticas señalaron que los heridos se produjeron cuando los separatistas atacaron una comisaría de policía. En las cercanías del lugar, ya desde territorio albanés, se escuchó durante veinte minutos el tableteo de las ametralladoras y varias explosiones de mortero.

Varios diplomáticos de la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE) se encontraban en ese momento al otro lado de la frontera y hablaron con los guardias serbios. Éstos confirmaron que se trataba de un ataque contra una comisaría, probablemente llevado a cabo por el Ejército de Liberación de Kosovo (UCK).Varios refugiados que huían de la zona aseguraron que, después del ataque, la policía serbia estableció un dispositivo de persecución, lo que forzó a muchos habitantes a huir en todo tipo de vehículos, incluyendo tractores, o a pie.

«En nuestra ciudad teníamos 2.500 habitantes antes de que comenzaran los problemas, hace dos meses, y ahora tenemos 3.200 debido a los refugiados que han sido obligados por la policía a dejar sus casas», señaló Ibrahim Bekaj, coordinador para los refugiados en Klardenica.

Campesinos muertos

Durante todo el día de ayer se produjeron otros incidentes en Kosovo, especialmente en la zona cercana a la frontera albanesa. Ayer se conoció que tres albaneses de Kosovo murieron el sábado y otros tres resultaron heridos en una acción de las fuerzas serbias.Dos de los fallecidos componían un matrimonio de campesinos que murieron cuando una granada de mortero lanzada por la policía impactó en el patio de su granja. Ayer, sus familiares lloraban desconsoladamente.

«El sábado por la mañana todo estaba tranquilo cuando de repente una granada de mortero cayó sobre un tractor y todos los adultos empezaron a correr para proteger a sus hijos», relató un testigo de las explosiones, que sufrió heridas en la cabeza. «Mientras corríamos, cayó otra bomba, que nos tiró por el suelo a seis personas, entre ellas estaban mi hermana, mi hermano y mi cuñada, que murieron».

Por su parte, el Ejército yugoslavo aseguró ayer que había evitado dos intentos de suministro de armas a los rebeldes kosovares desde Albania.

Un portavoz castrense señaló que en dos ocasiones las fuerzas regulares yugoslavas sorprendieron a un grupo de hombres tratando de pasar el material por la frontera.

Aunque se produjeron disparos entre ambas partes, no se ha informado de heridos o muertos. Los yugoslavos han dado cuenta de estos incidentes a la comisión de fronteras albano-yugoslava.