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EL PSOE TRAS LAS PRIMARIAS

El PP reafirma que el "efecto Borrell" no cambia nada sus planes electorales

Javier Casqueiro

El PP no ha preparado un informe oficial sobre las repercusiones de las primarias socialistas ni sobre el impacto del efecto Borrell. El presidente del Gobierno, José María Aznar, sí ha recibido información detallada de ambos acontecimientos de relevantes miembros de su comité de estrategias electorales. Los estrategas del PP, reunidos la semana pasada, han estudiado la irrupción política de Borrell y sólo admiten que cambia el panorama interno del PSOE, no el suyo. No minusvaloran al adversario pero le conceden más trascendencia al impacto histórico del euro. El PP, según fuentes de ese comité, no ha contemplado en ningún momento ni cambios en el Ejecutivo ni un hipotético adelanto de las elecciones generales.

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El Partido Popular ha formado tres comités de trabajo para preparar las elecciones de este próximo ejercicio, pero limitan su ámbito de acción a los comicios vascos, a los catalanes y al resto de las autonómicas y municipales.La comisión permanente del PP se reunirá hoy en su sede de Génova, con la presencia de Aznar, y no abordará tampoco oficialmente el nuevo escenario político provocado por las primarias socialistas. No figura en el orden del día y sólo se podría incluir si alguno de los asistentes se atreviera a introducirlo en el apartado de ruegos y preguntas. Esto es casi seguro que no sucederá.

La consigna no es tanto negar la evidencia de que el efecto Borrell ha logrado un vuelco en las perspectivas socialistas como insistir en que "algo mucho más importante ha cambiado en España con el ingreso en el euro". Es decir, hay que subrayar constantemente que la política del Gobierno es la acertada, que sus logros de verdad repercuten sobre los ciudadanos y que esas medidas cosechan por sí solas resultados electorales. Una consigna que se saltan pocos dirigentes.

El presidente del Congreso de los Diputados, Federico Trillo, se sumó ayer a ese selecto club de dirigentes del PP que ha confesado públicamente su interés por las primarias socialistas. "Han resultado un éxito para el PSOE y para la democracia española", dijo. Aunque no quiso entrar a valorar si ese ejemplo lo deberían seguir otros partidos, Trillo defendió la apertura de los sistemas democráticos dentro de las estructuras políticas: "Creo que este sistema [primarias], al igual que el de liza, es un buen procedimiento", informa Aurelio Martín. En una entrevista publicada ayer por El Adelantado de Segovia, Trillo añadió que "el PSOE se ha apuntado un buen tanto con las primarias y, si se quiere, hasta dos tantos, una vez que ha resultado ganador el candidato que no era oficial".

Tres comités electorales

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El propio Aznar abordó estas situaciones con su equipo más próximo y con algunos de sus ministros hace una semana durante su estancia en Marruecos, nada más conocerse el escrutinio de las primarias. En los primeros días de la pasada semana se citaron en Génova los componentes de los tres comités de estrategia electoral montados recientemente en el PP. Son tres grupos de trabajo autónomos, encabezados por el coordinador general, Ángel Acebes, y en el que colaboran expertos del partido, asesores de La Moncloa y, por supuesto, el sociólogo Pedro Arriola.Tanto en el PP como en el Gobierno son conscientes de que tras el verano deben tener toda su maquinaria a punto para afrontar tres importantes citas electorales. El PP ha variado el tradicional modelo de formar un único y central comité de estrategia electoral, como pretende ahora el candidato socialista José Borrell, y ha establecido tres: uno para perfilar el estilo a seguir en las autonómicas vascas del otoño (cuyo candidato, Carlos Iturgaiz, será proclamado por Aznar el próximo sábado en Vitoria); otro para las catalanas de la próxima primavera y un tercero para el resto de las autonómicas y las municipales de junio de 1999. En cualquier caso, hay miembros de esos comités que son comunes, otros proceden de las estructuras territoriales afectadas y también acuden asesores de Aznar en La Moncloa.

La trascendencia de esas tres convocatorias locales no ha excluido que los estrategas electorales del PP debatiesen en profundidad en sus reuniones sobre el significado de las primarias socialistas y sobre el éxito de José Borrell. Los mensajes facilitados a Aznar tras esas discusiones remarcan que el Gobierno debe seguir la misma línea de trabajo que hasta ahora al margen de lo que ocurra en el PSOE. "El efecto Borrell se quedará en eso, en efecto, en nada", aventura uno de esos estrategas del PP.

En el PP, además, aún confían en que fragüe la división entre los socialistas como consecuencia de la disputa entre sus líderes: "En un año hemos tenido tres interlocutores y ahora con Borrell aún queda por saber cuál va a ser su futuro, si se convierte en una referencia provisional más o se establece como definitiva".

La preocupación en el PP por el comportamiento futuro de Borrell es evidente, aunque se disfraza buscándole los flancos más débiles: "Una cosa es predicar y otra dar trigo. Hay que tener en cuenta que torres más altas del PSOE ya han caído", comentó uno de los cerebros grises del PP.

El propio portavoz del Gobierno, Miguel Ángel Rodríguez, glosó ayer las repercusiones de ese temor con esta idea: "No se ganan unas elecciones sólo con carisma. A los efectos de la trascendencia pública de sus actos, de lo que se denomina carisma, más peligro tenía Felipe González y ya le ganamos. Ahora el Gobierno depende de sí mismo".

El Gobierno y el PP, en cualquier caso, no variarán sus actuales estrategias con respecto al principal partido de la oposición y su nuevo líder. Un miembro de esos comités electorales, perfectamente entroncado con Moncloa, lo resume así: "No hay ningún dato objetivo en lo que ha sucedido en las primarias y con el efecto Borrell que nos lleve a pensar que tenemos que cambiar algo. La doctrina oficial sigue siendo la misma: agotar al máximo la legislatura, no facilitar ni un brindis al sol ni una sola maniobra de imagen susceptible de ser atacada, como podría entenderse el cambio de caras en el Ejecutivo, y centrarse en situar al país donde está en Europa y en bajar los impuestos, justo lo contrario de lo que ha proclamado Borrell".

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Sobre la firma

Javier Casqueiro
Es corresponsal político de EL PAÍS, donde lleva más de 30 años especializado en este tipo de información con distintas responsabilidades. Fue corresponsal diplomático, vivió en Washington y Rabat, se encargó del área Nacional en Cuatro y CNN+. Y en la prehistoria trabajó seis años en La Voz de Galicia. Colabora en tertulias de radio y televisión.

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