Los empleados del metro colapsan el tráfico con una nueva manifestación

Tarde negra para el tráfico en el corazón de Madrid. Una manifestación de empleados de Metro, que arrancó a las 18.30 de la Puerta de Alcalá en dirección a Sol, colapsó el tráfico en el centro de la capital. Cerca de mil trabajadores de la compañía tardaron casi veinte minutos en cruzar la plaza de Cibeles. A esa hora, las siete de la tarde, la Policía Municipal, que había cortado el tráfico en las plazas de Colón y Neptuno y los cuatro carriles de la calle de Alcalá en dirección a Sol, decidió hacer lo mismo en Gran Vía, para evitar que más coches se vieran atrapados en la ratonera de Cibeles. Mientras se celebraba la marcha, los delegados sindicales de UGT rechazaron en una asamblea la oferta que la noche anterior había realizado la dirección de la empresa. La aceptación por parte de la dirección de UGT de esa propuesta, que garantiza la creación de 100 puestos de trabajo, sembró el desconcierto en el resto del comité de huelga, que dudó sobre la organización de la manifestación ante el temor de que hubiera una respuesta minoritaria. Finalmente, iniciaron la marcha, que fue secundada por el mismo número de trabajadores que en ocasiones anteriores. Al llegar a Sol consiguieron, por primera vez, ser recibidos en la sede del Gobierno. Una asesora de Alberto Ruiz-Gallardón atendió al comité de huelga y se comprometió a trasladar al presidente sus propuestas.