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FÚTBOL FINAL DE LA COPA DEL REY

Dos estilos diferentes para una gran final

El Mallorca opta a su primer título y el Barça a superar el récord absoluto que comparte con el Athletic

Santiago Segurola

Los dos protagonistas de la temporada -el Barcelona por campeón y el Mallorca tras alcanzar objetivos insospechados- se enfrentan esta noche en la final de Copa (Mestalla, 21.00, TVE-1 y TV-3). El Barça llega con el título de Liga y con su carácter de clásico en el torneo; el Mallorca, en su segunda final de la década, se presenta en una condición envidiable: tiene asegurado su puesto en la Recopa, su posición en la Liga es magnífica y ofrece garantías suficientes para complicarle la vida al Barcelona. Como siempre, la final obliga a preguntarse por la desprotección que sufre la Copa en el fútbol español. Cerca de 40.000 aficionados se trasladarán a Valencia para presenciar el partido. Lo hacen porque es un título prestigioso, viejo en historia y legendario por la altura que alcanzó en varias ediciones.

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Sin embargo, la Copa pasa de tapadillo por la temporada, mal cuidada y mal diseñada, muy lejos de las pasiones que levanta en Inglaterra, donde el torneo es tan sagrado como la Liga. Pero allí se ha entroncado la tradición, que también existía en España, con una fórmula -el partido único- de éxito indiscutible. El resto del éxito inglés reside en el exquisito cuidado que se ha tenido con una competición hermosa y emocionante, donde todo sucede en forma rápida y contundente.

Favorito azulgrana

Como es costumbre, el Barca ha alcanzado la final. En Mestalla tiene la oportunidad de desbancar al Athletic como primer propietario de la Copa. Los dos equipos han conseguido 23 títulos, prácticamente la mitad de los que se han disputado en España. Para el Barca, la final es un acontecimiento casi cotidiano y triunfante, lo que explica su condición de favorito esta noche. El partido es muy interesante desde lo emotivo y lo estrictamente futbolístico. Los dos equipos funcionan bien y lo hacen con dos estilos muy definidos. El Barca ha confirmado que en España resulta agradecido el fútbol de ataque. Desde la quinta del Buitre, todos los campeones de Liga -excepto el Madrid de Capello- han sido los mayores goleadores de cada temporada. El Barça responde a este modelo, preocupado por generar un juego atractivo, por protagonizar los partidos en lugar de tener un papel secundario, por estar a la altura de la grandeza del club. Con todos sus defectos, y ha tenido varios en el comienzo de la era Van Gaal, el Barcelona ha estado muchos cuerpos por encima de sus rivales. Ha contado con un plan de juego y finalmente ha sabido cómo ejecutarlo.

Equilibrio mallorquín

El Mallorca responde a un modelo emergente en los últimos tiempos en Argentina, de donde procede su entrenador, Héctor Cúper. Su propuesta pasa por el equilibrio. Todo resulta muy medido en esta clase de equipos, que se distinguen por su espíritu colectivo, por un orden defensivo indiscutible y por una rara facilidad para sacar petróleo de sus goles. Casi nadie quiere enfrente al Mallorca porque resulta muy complicado hincarle el diente. Al Mallorca le funciona la defensa, le trabaja todo el mundo y se sostiene con los goles de Amato, Stankovic y Ezquerro. No falta talento en el equipo -Valerón, Stankovic e incluso Ezquerro son jugadores interesantes-, pero la impresión es que todo queda supeditado al orden general, lo que a veces lleva a pensar en un fútbol de perfil bajo, desde la deliberada propuesta de su entrenador.

Frente a las potentes baterías del Barça, que dispone de varios jugadores desequilibrantes -Figo, Rivaldo y el último Luis Enrique-, el Mallorca responderá con un sentido muy minucioso del juego. Su estilo le provocó muchísimas dificultades en la Liga. El Barça apenas tuvo soluciones para superar a un adversario que le resultó extraordinariamente incómodo en los dos partidos del campeonato. Con estos antecedentes, hay motivos más que suficientes para pensar en un partido atractivo. Quizá puede pensarse que esta clase de encuentros los resuelven las figuras. Sucedió el año pasado con la portentosa exhibición de Figo frente al Betis. El Mallorca dispone de menos recursos en este sentido, pero Cúper sabe que la fortaleza de su equipo radica en el espíritu general. Así ha llegado a la final, así ha complicado los partidos de Liga al Barça y así espera superar a un adversario que sale con la condición de favorito.

Alineaciones

Barcelona: Hesp; Ferrer, Nadal, Reiziger, Bogarde; Figo, Celades, Giovanni; Luis Enrique, Rivaldo y Anderson.

Mallorca: Roa; Olaizola, Marcelino, Iván Campo, Romero; Mena, Engonga, Stankovic, Valerón; Amato y Ezquerro.

Árbitro: Arturo Daudén Ibáñez.

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