El Zaragoza deja a un lado su conservadurismo

Nunca el miedo fue tan propicio. El pánico que se había apoderado del entorno zaragocista tras su flirteo con la promoción, provocó una auténtica revolución en el planteamiento del equipo, que se reencontró con el fútbol que más le gusta y de paso con la victoria, la cuarta en su estadio en toda la temporada. Fue un triunfo trabajado en un partido brusco, muy duro. El conservadurismo del que ha venido haciendo gala Luis Costa en las últimas semanas quedó aparcado. El retiro espiritual que ha mantenido esta semana a toda la plantilla en Calahorra surtió sus efectos. Gustavo López y Radimov regresaron a las alineaciones formando con Acuña un centro del campo lleno de creatividad, de fútbol, de calidad técnica y de llegada al marco contrario. Una situación casi olvidada en La Romareda. Y como por encanto se acabaron los problemas ante la portería contraria. Jamelli, jugando donde le gusta, en punta, y Radimov moviéndose entre líneas dieron muestras desde el pitido inicial de su peligro.

El Racing se mantenía agazapado, a la espera de poder exhibir su contragolpe. Pero no tuvo oportunidad. A los 19 minutos, como no podía se de otra manera, Jamelli y Radimov se fabricaron una espléndida jugada que adelantó al Zaragoza.