Nuevo asesinato en Irlanda del Norte tras la firma del acuerdo de paz

Un funcionario municipal católico de la ciudad norirlandesa de Portadown, de mayoría protestante, murió ayer tras haber sido tiroteado en la cabeza por un desconocido, según informó la BBC. El ataque se produjo mientras la víctima se encontraba trabajando en un vertedero de basuras, momento en el que un desconocido montado en una motocicleta se acercó y efectuó un disparo antes de salir huyendo. La víctima, que fue identificada como Adrian Lamph, de 30 años, fue inmediatamente trasladada a un hospital de Portadown, donde ingresó en estado crítico y se le practicó una intervención quirúrgica que no fue suficiente para salvarle la vida.

Ningún grupo paramilitar, republicano o unionista, se había responsabilizado ayer del ataque, aunque las principales sospechas apuntan al grupo paramilitar protestante Fuerza de Voluntarios Lealistas (LVF).

La ministra británica para Irlanda del Norte, Mo Mowlam, condenó el atentado, que calificó de «acto cobarde que debería repugnar a todo el mundo». Por su parte, las autoridades municipales de Portadown dijeron que la acción había sido una «vileza» contra un hombre que tan sólo trataba de ganarse la vida. Éste es el segundo atentado que se produce en el Ulster tras la firma, el pasado día 10, del histórico acuerdo de paz que el próximo 22 de mayo será sometido a referéndum en la provincia y en la República de Irlanda. Ayer por la mañana se enterró en Belfast el cadáver del taxista protestante Mark McNeill, de cuyo asesinato tampoco se ha hecho de momento responsable ningún grupo, aunque en este caso las sospechas apuntan al Ejército Nacional de Liberación Irlandés (INLA), organización republicana contraria al acuerdo de paz alcanzado en Irlanda del Norte. Sin embargo, este grupo ha declinado cualquier responsabilidad en el atentado contra el taxista de Belfast.