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El juez reprende a una mujer que se inventó una violación por despecho

Madrid La Audiencia de Madrid ha abierto diligencias contra una mujer que acusó falsamente a un hombre, por despecho, de haberla violado. En este caso, la auténtica víctima ha sido el acusado, que, aunque no llegó a ingresar en prisión, ha estado dos años procesado por violación y con la obligación de presentarse periódicamente ante los jueces. La Audiencia ha absuelto al hombre, para quien el fiscal llegó a pedir siete años de cárcel por agresión sexual, y ha remitido la causa a la plaza de Castilla para que se investigue por la vía penal la conducta de la mujer. El juicio se celebró a finales del pasado marzo en la Audiencia madrileña. La mujer admitió ese día al tribunal que había mantenido contactos sexuales con 0. V. G., pero subrayó que su acción fue voluntaria y que nunca forzada por el acusado. El presidente en funciones del tribunal le preguntó por qué, entonces, había imputado tan grave acusación a una persona inocente. "En aquel momento estaba muy deprimida y .....

"Acuda a un psiquiatra"

"Si alguna vez sufre usted otra depresión, señora, acuda a un especialista en psiquiatría. Este señor", le recordó el magistrado, "ha estado dos años procesado debido a su denuncia". "Por fin ha acabado una pesadilla de dos años", respiró ayer con alivio el acusado -ahora convertido en víctima- tras recoger su sentencia absolutoria. En la sentencia, el tribunal considera probado que 0. -Y G., "mayor de edad y sin antecedentes penales, trabajaba en marzo de 1996 en un bar de copas" de Madrid, y que en la madrugada del 8 al 9 de ese mes, "entabló contacto con la joven M. P. N. C., a la que conocía con anterioridad".

Tras varias horas juntos por "distintos bares de la ciudad", el acusado la invitó toda la noche a su domicilio, a lo que "ella accedió y donde mantuvieron relaciones sexuales, libremente consentidas por ambos".

Al clarear el día, el acusado le pidió que se marchara. "Vete, porque están mis padre en casa". La petición causó un gran "enfado" a la chica, que por entonces "atravesaba una época dificil", se afirma en la sentencia.

Al salir de la vivienda, la chica se fue directamente a una comisaría, donde presentó una denuncia contra el chico "por agresión sexual". Como prueba de que había sido forzada mostró un rasguño en el cuello. Luego ratificó su falsa acusación ante el juez que instruyó las diligencias. El hombre no llegó a ingresar en prisión, pero fue procesado por agresión sexual.

El 23 de enero de 1998, poco antes del juicio y al enterarse de que el fiscal pedía para el acusado una condena de siete años de cárcel, ella envió una carta a los jueces en la que se retractaba de sus testimonios. En el juicio mantuvo que su falsa acusación fue fruto de "una depresión". El fiscal retiró entonces su petición de condena a siete años.

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