¡Qué fiesta la de aquel día!
Media plantilla se pintó el pelo- Los jugadores desfilaron por las calles en un autobús descubierto- Los brasileños lucieron camisetas con las letras de la palabra 'campions'- Gaspart hizo de cámara ocasional. Van Gaal habló en catalán- Más de 120.000 personas vitorearon a la plantilla
Un título diferente, una fiesta diferente. Más de 120.000 personas vitorearon por las calles de Barcelona al equipo que culminó su triunfo en la Liga él sábado, cuatro jornadas antes de su conclusión. Los jugadores lo celebraron a lo grande. Los más tímidos acabaron contagiados por la desinhibición de los más originales y atrevidos. Media plantilla se tiñó el pelo. Algunos de azul y grana, los colores del Barça; otros de rojo y amarillo, los de la bandera catalana. Y con ese aspecto desfilaron An derson, Figo, Rivaldo, Figo, Giovanni, Oscar, Roger, Ciric y hasta Iván de la Peña, que a falta de cabello se pintó el cuero cabelludo, mientras que Giovanni -cam-, Anderson -pi- y Anderson -ons- se enfundaron unas camisetas que con esas letras formaban la palabra campions. Todo fue de menos a más, desde el suave entrenamiento que programó Louis Van Gaal hasta el ofrecimiento a la Virgen de la Mercé, el desfile en el autobús de dos pisos descubierto y la visita al Ayuntamiento y a la Generalitat, donde se produjo el clímax. Los jugadores y hasta el técnico azulgrana dieron rienda suelta a su júbilo de forma definitiva. "Lo había visto por la tele, pero esto hay que vivirlo aquí y hay que sentirlo en vivo". Roger expresó así las impresiones de muchos de los protagonistas del festejo. Fue una afirmación de los sentimientos barcelonistas. Miles de aficionados esperaron la aparición de sus ídolos durante más de cuatro horas. El paso a la plaza de Sant Jaume, donde los jugadores se dirigieron a un público en su mayoría formado por adolescentes, quedó restringido a los 3.500 que allí se apostaron, para evitar los problemas de aglomeraciones de pasadas celebraciones. Aun así, la Cruz Roja tuvo que atender a algunas jóvenes que sufrieron lipotimias o desvanecimientos sin importancia.
Joan Gaspart, el vicepresidente del club que el día anterior se sumó al júbilo que más de 15.000 seguidores expresaron en Canaletes y se fue a dormir a las cinco de la madrugada, se convirtió en reportero improvisado y grabó los actos de ayer con una cámara de vídeo cuyas imágenes emitió el programa Gol a gol de Canal 33. Tal vez porque era domingo, tal vez porque hacía ya cuatro temporadas que no ganaban el título como recordó Ferrer, otro vicepresidente, Josep Mussons, creyó advertir que el júbilo desbordado de la multitud era similar al que se produjo con motivo de la histórica Recopa de Basilea en 1979. Los cazadores de autógrafos salían de debajo de las piedras y el público se arracimaba por todos los lugares por donde pasaba la comitiva.
Los nervios le jugaron una mala pasada al presidente del Barcelona, Josep Lluís Núñez, que ya hace unos mes se había referido a la "Generalitat de Madrid" y ayer, al dirigirse en el Ayuntamiento al alcalde Joan Clos, dijo: "Ofrecemos el título a esta ciudad que lleva el nombre de nuestro club". Intentó rectificar sobre la marcha: "Mejor dicho, nosotros llevamos el nombre de la ciudad". Clos no dejó pasar el lapsus: "La ciudad tiene 2.000 años y en este salón [Saló de Cent] han pasado cosas muy importantes y muy serias". El alcalde, que obsequió al club con una grabado de Gaudí, dio las gracias a la plantilla y deseó que la Liga sea el inicio de un largo número de éxitos y que el próximo día 30 se encuentren de nuevo para festejar el título de Copa.
Van Gaal hizo un discurso en catalán que repitió después en el balcón del Ayuntamiento ante los aficionados: "Soy muy feliz por poder vivir, y trabajar en Cataluña". Y acabó: "Ahora todos juntos hemos de luchar para conseguir más títulos". Los jugadores se dirigieron a los aficionados. Quedó en sus alocuciones la impresión de que quisieron transmitir lo dura que ha sido la temporada y la inmensa felicidad que les embargaba ayer. Núñez, en su discurso ante Clos, insinuó algo más: "Es cierto que a veces nos hemos encontrado un poco solos, pero la plantilla ha sido muy profesional". Eso fue en el Ayuntamiento.
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