Carnero, tercer eurodiputado que deja IU por discrepancias con Anguita
Carlos Carnero, eurodiputado de Izquierda Unida y dirigente del PCE, comunicó ayer a Julio Anguita que abandonaba ambas organizaciones por no estar de acuerdo con la línea seguida por lU, que ha pasado a ser contemplada con "desconfianza por millones de ciudadanos progresistas". La dimisión de Carnero deja reducido el grupo parlamentario europeo de IU a seis diputados de los nueve con que contaba inicialmente.
La carta en la que Carlos Carnero comunica su marcha de IU y del PCE a Julio Anguita es, a la vez, un memorial de agravios. La misiva que ayer recibió por fax el coordinador general destila amargura en sus dos folios y medio. En un tono formalmente tranquilo y moderado, lanza acusaciones terribles contra la IU de Julio Anguita, de la que cuestiona su democracia interna, su política social y su capacidad de diálogo y a la que reprocha, sobre todo, que sus mensajes estén '"fuera de la realidad". Y niega a IU que sea capaz de liderar un proyecto que ilusione a los ciudadanos progresistas.Carnero se queja de que la IU de hoy no sea la de hace diez años. Y analiza lo que califica de "cúmulo de errores". Da varios ejemplos: la teoría de las dos orillas que ha beneficiado a terceros -anota Carnero-, el "enfrentamiento con las centrales sindicales" y la expulsión de "miles de simpatizantes de Nueva Izquierda" junto a la ruptura con Iniciativa per Catalunya.
El eurodiputado y, hasta la asamblea del mes de diciembre, responsable de relaciones interna- cionales de IU, recuerda: "Algunos no hemos compartido esas decisiones y hemos tratado de evitarlas sin éxito". Recuerda algo peor: que no sólo no se han subsanado los errores, sino que se han elevado a la categoría de "acuerdo congresual". "El espacio para el debate y la crítica", escribe, "ha sido ocupado por la descalificación del discrepante o, en el mejor de los casos, por un inquietante silencio".
Lejos de los ideales
Carnero se reafirma, sin embargo, en que hace falta un proyecto -plural, europeo, de socialismo democrático- que implique lo que, en su día, supuso IU. El problema es que ese proyecto "no puede verse encarnado en la IU" que encabeza Julio Anguita, "cada vez más distante de los ideales y las formas que alentaron su creación en 1986 remacha."Como comprenderás", concluye, "estando convencido como estoy de todo lo dicho, lo consecuente es adoptar -algo sin duda nada sencillo y no exento de emoción, pero que hago con toda la serenidad y normali- dad que da la reflexión política- la decisión de dejar de ser afiliado a IU". Carnero también comunica a Anguita, como secretario general, su deseo de dejar el PCE, que "está volviendo a un pasado que en la historia de los comunistas de este país, afortunadamente, nunca existió".
El eurodiputado comunicó ayer su decisión al presidente de la delegación de IU en el Parlamento Europeo, Alonso Puerta. Pero advierte que la salida de IU no implica dejar su escaño. "Es mi intención continuar trabajando normalmente como diputado en el Grupo Parlamentario Izquierda Unitaria Europea-Izquierda Verde Nórdica hasta el final de la legislatura", dice Carnero.
Carnero es el tercer eurodiputado -que abandona IU de grado o por fuerza. Antonio Gutiérrez Díaz, vicepresidente del Parlamento Europeo y miembro de IC, hubo de dejar el grupo cuando IU rompió las relaciones entre ambas formaciones. Y Maruja Sornosa fue expulsada por su adscripción a Nueva Izquierda.
La solución de la crisis de Izquierda Unida parece no acabar nunca. Y casos como el Carlos Carnero confirman que el precio pagado por Anguita para acallar las discrepancias internas ha sido más alto de lo esperado. Hasta ahora han abandonado IU tres eurodiputados, cinco diputados nacionales, diez autonómicos y más de 300 concejales.
Carnero tampoco es un recién llegado ni a IU ni al PCE. En el partido entró a los 14 años, en 1976, a través de las Juventudes Comunistas. En 1986 se integró en el equipo del histórico dirigen te Simón Sánchez Montero, cuando éste era responsable de relaciones internacionales. Desde 1991 era miembro del Comité Ejecutivo del PCE. De 1992 hasta 1998 ha sido el responsable de la política exterior de IU. Y, posiblemente, su abierta postura sobre la UE haya influido en su postergamiento en la última asamblea de IU en diciembre pasado
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