El Estudiantes se apunta a la Liga Europea

El sábado por la tarde, en Huelva, el Joventut perdió un partido que tenía encarrilado y concedió al Estudiantes una ocasión de oro para afianzar la tercera plaza que el equipo madrileño no dejó escapar frente al Covirán Granada veinticuatro horas después.La derrota de los verdinegros era todo un regalo. Ofreció al bloque colegial la oportunidad de quedarse en solitario por detrás del Tau Vitoria y del Real Madrid a tres jornadas de las eliminatorias por el título, y el Estudiantes desenvolvió el presente ante sus aficionados en un momento vital para la suerte del campeonato.

Vital por las posibilidades europeas que se abren a los pies del cuadro de José Vicente Hernández, muy bien situado para obtener un pasaporte con sello de la Euroliga, y porque, a dos semanas vista del encuentro frente Real Madrid, la segunda plaza también está a su alcance, sobre todo teniendo en cuenta que los madridistas reciben al Tau el próximo domingo.

Todo era propicio para que el Estudiantes abriese hueco. Jugaba en casa y enfrente iba a encontrar a uno de los condenados a disputar la permanencia. Durante toda la primera mitad, las asignaciones alternativas de James Bryson y John Williams sobre Saun Vandiver cortaron una parte muy significativa del flujo ofensivo local, del que también quedó excluido Carlos Jiménez, y el Covirán pudo jugar de tú a tú en la pista.

La dinámica atacante madrileña dependió, casi en exclusiva, de Chandler Thompson y Glen Whisby, lo que situó el pulso en permanente equilibrio gracias a la facilidad de Williams para mirar al aro contrario.

En cuanto el Estudiantes decidió aplicarse de lleno delante de su canasta el equipo andaluz ya no tuvo suficiente con Williams. La presión en todo el campo y la ilusión por recuperar el terreno perdido del Covirán se estrellaron contra los madrileños, que han ahora han puesto sus miras en la segunda plaza.