Borrell exige a la Comisión de Garantías que no se especule con la dimisión de Almunia

, El aspirante a candidato a la presidencia del Gobierno José Borrell quiere dar trabajo de inmediato a la Comisión Federal de Garantías del PSOE, constituida ayer mismo para velar por el proceso de elecciones primarias. De una vez por todas y antes de que pase más tiempo, Borrell quiere cortar toda especulación sobre la posible dimisión de Joaquín Almunia como líder del PSOE si saliese derrotado en las primarias. "Nadie debe tratar de influir entre los militantes haciendo creer que la secretaría general está en cuestión" dijo ayer Borrell, quien en la reunión de la Ejecutiva pidió a Almunia, sin éxito, precisiones sobre este asunto. Poco antes, José Bono advertía sobre los riesgos de estas elecciones. "Uno de ellos sería que Almunia dimitiera y hubiera que celebrar un congreso extraordinario a menos de un año del anterior" dijo.

"Si Almunia no sale y dimite de la secretaría general, sería un verdadero desastre para la estructura del partido, por lo que, para eliminar ese riesgo, sería mejor que saliera Almunia y no Borrell". Estas declaraciones a Radio España del presidente de Castilla-La Mancha, José Bono miembro de la Ejecutiva Federal, se le antojaron inicialmente a Borrell como el hecho más grave desde que empezó el proceso de primarias para elegir entre él y Almunia al candidato del PSOE a la presidencia del Gobierno. Tanto, que estaba decidido a denunciar a Bono ante la Comisión Federal de Garantías. Borrell llegó a interpretar que Bono estaba sugiriendo que había que votar a Almunia para evitar males mayores. Por la noche, en una conversación telefónica, el presidente de Castilla-La Mancha le aclaraba que no era ésa su intención. Pese a todo, Borrell acudirá a la Comisión de Garantías, pero no contra Bono, sino para deshacer la idea de que Almunia, si pierde, debe dimitir.En cualquier caso, las palabras de Bono fueron matizadas por el propio Almunia en el aeropuerto de Barajas minutos antes de viajar a Londres para participar en una reunión de los socialistas europeos. El líder del PSOE aseguró que "ninguna de las candidaturas resulta perjudicial para el PSOE", y pidió a todos los dirigentes que tengan "cuidado" en sus expresiones a favor de una u otra opción. "No hay que mantener actitudes crispadas, ya que nunca lo he creído en política, y desde luego no en una campaña en la que los contendientes somos dos socialistas", dijo.

Resquemores

Su rival participó ayer en un acto en Cáceres, adonde llegó tras la reunión de la Ejecutiva Federal. El ex ministro catalán trató entonces de ofrecer la cara amable de las elecciones primarias, aunque no pudo ocultar la preocupación y el enfado por la espada de Damocles que le supone el posible abandono de Almunia del cargo del secretario general si le derrota.Un resquemor que, por la mañana, había trasladado a la ejecutiva con un recorte de prensa en la mano. Se trataba de una entrevista al diario catalán Avui en cuyo titular se lee que Almunia afirma que dejará su cargo al frente del PSOE si pierde.

Con este anuncio del secretario general comenzó, hace dos semanas, el proceso de elecciones primarias. Sin embargo, el propio secretario general aseguró enseguida que no volvería a hablar del asunto hasta el día después de las elecciones. Borrell demandó ayer a su rival los porqués de esta nueva alusión al asunto.

El secretario general no le sacó de dudas. Se limitó a repetir que no tocaría el tema hasta después de las primarias y que el titular del rotativo catalán no se correspondía con sus declaraciones. Aun así, Borrell quiere que la Comisión Federal de Garantías se pronuncie. Y con mayor razón tras las declaraciones de Bono.

El presidente castellano-manchego, en una entrevista en Radio España, habló del perjuicio que causaría al PSOE que Almunia cumpliese su anuncio de dimisión. "Yo no sé si debió decirlo o no, pero [Almunia] debe marcharse si no sale elegido. Eso sería un verdadero desastre. Es mejor que salga Almunia desde este punto de vista de eliminar riesgos y no dar saltos hacia el precipicio".

Congreso extraordinario

Luego, Bono matizó sus palabras en declaraciones a este periódico. "He querido decir que el proceso de primarias tiene riesgos, y uno evidente es la decisión que pueda tomar el secretario general, que nada menos nos llevaría a un congreso extraordinario a menos de un año del anterior". No obstante, precisó que la democratización que está suponiendo este experimento tiene "muchas más virtudes que riesgos".Al margen de estas consideraciones, en el equipo del ex ministro catalán hay preocupación por que los militantes puedan percibir una cierta presión para que se inclinen a votar a Almunia. "No quiero que mi secretario general dimita, pero quiero ganar estas primarias", dijo Borrell. Después, en tono grave, apostilló: "Si yo percibiera que una victoria mía podría causar la dimisión de Almunia, me pensaría mucho qué hacer; pero estoy seguro de que eso no va a ocurrir", aventuró. Aunque Borrell invocó su decisión de acudir a la Comisión de Garantías por las palabras de Bono, una vez aclarado el asunto va a seguir adelante con su intención de que este órgano recién constituido, y que debe garantizar la igualdad de los candidatos, aclare que estas elecciones son para elegir a quien disputará a José María Aznar la presidencia del Gobierno, y no para dirimir la situación del secretario general del Partido Socialista.

Almunia y Borrell son, desde ayer, candidatos oficiales. El actual secretario general presentó 50.000 firmas de militantes, cuando sólo necesitaba 26.000. Borrell también superó casi en el doble las firmas que necesitaba de los miembros del Comité Federal. Ya tiene 65.