Objetores de conciencia

Leo con total asombro y perplejidad, la noticia referida a la exención de cumplir la prestación social para los objetores que lleven ¡tres años! esperando a ser incorporados, y me pregunto si los políticos que han llegado a dicho acuerdo tendrán la sensibilidad y el conocimiento necesarios para legislar semejante atrocidad contra la juventud. ¿Cómo es posible que quieran obligar a un joven, en la plenitud de su vida laboral y en la etapa más decisiva de la misma de cara a su futuro, a permanecer tres años esperando la llamada fatídica para incorporarse a la prestación social?Si la Administración no puede comprometerse a incorporar a los objetores en un plazo medianamente razonable (14 meses), no es de recibo que dicha incompetencia sea pagada por un joven con el sumarísimo castigo de estar tres años pendiente de ser incorporado, que sin ir más lejos es equipararlo con una líbertad condicional. ¿Y qué hago yo ahora si me llaman después de estar más de dos años esperando la incorporación? ¿Abandono mi puesto de trabajo? Y el piso que he adquirido, ¿me lo van a pagar?

Si los políticos que tienen en mente aplicar esta injusta medida estuvieran mínimamente en contacto con la sociedad, la juventud y sus problemas utilizarían criterios racionales y justos, y no medidas como ésta, que simplemente sirven para arruinar mi vida y la de muchos miles de jóvenes que un día eligieron realizar la prestación social en vez del servicio militar. ¿O acaso quienes deciden cumplir el servicio militar son condenados a estar tres años disponibles?-