Gil se queja del árbitro
El presidente del Atlético de Madrid, Jesús Gil, arremetió ayer contra el árbitro de turno, Pérez Lasa, después de la derrota de su equipo. "Aquí todos nos conocemos", replicó con ironía el centrocampista del Valencia Milla, para quien los dos penaltis señalados a favor de su equipo fueron "clarísimos". La directiva valencianista también se mostraba satisfecha, aunque prefirió callar, al respecto. "Gil puede decir lo que quiera", comentó el presidente del Valencia, Pedro Cortés, probablemente convencido de que su reciente visita a la sede de la Federación Española de Fútbol, donde se reunió el pasado miércoles con el presidente Ángel María Villar, había surtido efecto.El entrenador del Valencia, Claudio Ranieri, fiel a su estilo, no quiso comentar nada del arbitraje. Tampoco lo hizo la semana pasada, cuando el club de Mestalla se había sentido gravemente agraviado. "Yo no le respondo a un presidente", dijo, en alusión a Gil, Ranieri, que valoró fundamentalmente la "voluntad" de su equipo tras haber derrotado al Atlético. "El público paga y merece que los jugadores se esfuercen hasta el último instante. Después podemos ganar o perder, pero nuestro esfuerzo debe ser total", expuso el entrenador romano, que no quiso mencionar para nada la UEFA.
Ranieri, además, habló de la dependencia que su equipo tiene del rumano Adrian Ilie, que se perderá el próximo partido, ante el Salamanca, por la amonestación que sufrió ayer. Trataremos de que no se nos note la falta de llie", dijo Ranieri, que admitió, en cambio, que el concurso del delantero rumano está siendo determinante en esta segunda parte del Campeonato. A pesar de haber llegado al Valencia el pasado mes de diciembre, llie ya es el segundo máximo goleador del conjunto de Ranieri, con nueve tantos, tan sólo por detrás de Piojo López, con 11.
El Atlético de Madrid, por su parte, prolongó el silencio impuesto por su presidente hace dos semanas y no quiso hacer ningún tipo de declaraciones.
